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Cristian Olivares: Este es el gran sueño del discípulo rockero que prepara tortas de princesas

El mecánico industrial, que forma parte del equipo azul liderado por Yann Yvin, habló en exclusiva con CHV.cl para dar detalles de su participación en El Discípulo del Chef.

Jueves 10 de octubre de 2019 | 17:19

Un hombre con una curiosa dualidad: un rockero rudo e imponente por fuera y un pastelero dulce y divertido por dentro.

Así es Cristian Olivares, el mecánico industrial que junto a otros 23 concursantes forma parte de El Discípulo del Chef.

Su personalidad es difícil de olvidar, chispeante, alegre y de risa fácil, un amante de la música “pesada” que ama la repostería.

“Hay gente que me ve y dice “qué onda este, viene a matarme” y yo vengo con una torta con fondant, decorada y bien bonita que generalmente preparo para princesitas chiquititas”.

Sobre el momento en que decidió dedicarse a los pasteles, fue sincero: “No sé cómo se me dio eso, yo creo que parte cuando fui papá, porque ahí empecé a hacerle las tortas a mi hija y caché que se me daba fácil, me gustaba”.

El mecánico reconoce que su mundo son los fierros, de hecho, hasta hace muy poco trabajaba en una empresa que prestaba servicios de montajes industriales, mecánica y soldadura. Su gusto por la cocina es un tema aparte.

“Como a los 25 años me puse a estudiar gastronomía, pero lo dejé inconcluso porque se me hizo pesado, era súper cara la carrera y fue la época en que fui papá. Con un hijo y ganando el sueldo mínimo no me alcanzaba para nada porque todo lo que sacaba era para pagar el instituto, así que dejé tirados los estudios”.

Cristian solo estudió un año, pero ese tiempo bastó para sembrar en él la “semilla culinaria”. “Siempre cociné lo normal, pero hice un restaurant de comida rápida en mi casa, construí en la parte del auto y a veces nos tirábamos a vender con mi señora, ahora como la casa no es mía lo tengo parado. A veces vendo a gente que me encarga”.

El integrante del equipo azul liderado por el reconocido cocinero francés Yann Yvin confesó que llegó a El Discípulo del Chef por casualidad: “Te voy a contar la verdad, estábamos en la hora de colación y caché por internet que había un casting y le conté a un compañero, al Pancho, y me dijo “oye entra tú eres bueno para la cocina” pero yo le dije que no me iban a pescar”.

Como tenían poco trabajo, Olivares decidió intentarlo y fue respondiendo a las preguntas de su amigo, mientras este llenaba el cuestionario de inscripción.

Al poco tiempo lo llamaron y le pidieron mostrar un plato que hubiese preparado en su casa, “así que me presenté con una leche asada de betarraga. Nunca la había hecho, solo la tenía en mi cabeza, pero fue una buena jugada por lo novedoso”.

“Después me siguieron llamando, cumplí con lo que me pedían. Fue algo casual, nunca había pensado estar en un programa, fue algo que no tiene nombre lo que estoy viviendo, ha sido una gran experiencia, no te miento, no tengo palabras para decir lo bien que lo he pasado acá, lo que me he retroalimentado de los chefs, de mis compañeros, todo lo que he aprendido y la evolución que he tenido en este arte culinario ha sido sorprendente para mí”.

El discípulo reveló que antes del concurso no podía plasmar sus ideas en un plato, pero que el aprendizaje adquirido en las dependencias de Chilevisión le han permitido saber qué alimentos mezclar. “Siempre tengo en la mente mi resultado final, en eso me ha ayudado mucho este programa, a tener unos buenos resultados finales a veces sin tener que probar los platos”.

Sobre su objetivo en el espacio culinario, el “pastelero” fue enfático: Mi sueño aquí es poder ganar, es muy bacán esto que estoy viviendo, es muy rico y el premio me viene de perilla para lo que quiero porque estoy en una situación bien complicada. Actualmente no tengo contrato, me tuvieron que despedir y me ofrecieron la casa donde arriendo, pero no puedo hacer los trámites porque no tengo la antigüedad laboral”.

El cocinero necesita conseguir un préstamo para poder adquirir la casa en la que vive junto a su esposa Nicole y sus dos hijos.

“Así que estoy poniendo más del 100, el 200% para llegar a la final y ser uno de los ganadores”.