Al menos nueve adultos y un menor de edad se reunieron en la casa de Miguel Ángel López, pese a la cuarentena y a las medidas sanitarias. No es la primera vez que el empresario infringe el artículo 318 del Código Penal, ya que en mayo de 2020 alquiló un jet privado para viajar junto a dos cantantes de trap desde Santiago a Valdivia.