Encadenaron a su hijo de 12 años, lo torturaron, lo dejaron morir de hambre y se tomaron una selfie
El menor pesaba 22 kilogramos cuando fue encontrado muerto. Tenía moretones y señales de tortura en su cuerpo.
Sábado 8 de junio de 2019 | 20:21
Un menor de 12 años murió el mes pasado en Indiana, Estados Unidos. Eduardo Posso era su nombre, así lo reconocieron en el Hospital donde fue atendido. Su propio padre los trasladó, el mismo que fue el responsable de su tortura y su muerte.
Eduardo pesaba entre 20 y 22 kilográmos. Cero porcentaje de grasa en su cuerpo. Severas señales de tortura, golpes y moretones. "Severamente demacrado", dijo Joani Shields, médico forense, a BuzzFeed.
Luis Posso es el nombre del padre, quien junto a su pareja, identificada como Dayan Median Flores, madastra del menor, emplearon distintos métodos de tortura a Eduardo.
Vivían en la habitación de un motel. Con frecuencia lo sujetaban a la bañera, en donde era amarrado con un collar de perros. En las muñecas y tobillos del menor habían señales que lo demostraban. Producto de ese encadenamiento, el menor murió de hambre.
"Entrando y saliendo en el baño y sin prestar atención al niño", dijo el alguacil del condado de Monroe, Brad Swain, al relatar que personas que frecuentaban el lugar ignoraban el estado del menor, incluso otros niños. Así lo afirmó tras encontrar unos videos que registran la terrible escena.
BREAKING: @SheriffMonroeCo releases mug shots of two people charged in the abuse and death of a 12-year-old boy: Luis Posso and Dayan Flores. @WTHRcom pic.twitter.com/CEeyBpIFm2
— Jennie Runevitch (@JennieWTHR) 28 de mayo de 2019
Peor que animal de circo
Ambos responsables trabajaban como promotores de un circo. Viajaban por el país repartiendo volantes de los shows, un trabajo demandante al que eran expuestos Eduardo y otros tres menores a cargo de la pareja, quienes fueron retirados de la escuela hace un año aproximadamente para iniciar el viaje.
Los otros menores, de 9, 5 y 2 años de edad, no corrieron bajo la mismas restricciones que Eduardo. Así, durante un interrogatorio, Flores lo admitió. Era un trato cargado hacia el menor.
Los padres rechazaron la idea de que le habrían quitado el alimento a Eduardo, sin embargo, admitieron haber abusado físicamente de él.
Ambos responsables fueron detenidos y acusados de negligencia, misma por la que podrían enfrentar cargos de asesinato una vez que se determine la causa de muerte.
Mientras tanto, Posso padre y Flores, están recluidos en prisión con una fianza de $500 mil dólares cada uno (unos $346 millones chilenos), acusados de tres cargos por negligencia y uno por confinamiento.
El resto de los menores están bajo protección infantil del estado de Indiana.
"Ni quisiera imaginar cuáles eran los pensamientos de este niño y cuáles eran sus perspectivas para su futuro", dijo Swan. "Realmente no hay palabras para este tipo de abuso", agregó desconcertado por el caso el alguacil.