Fiscalía detalló teoría: El motivo de la monja para abandonar maleta con restos en Ñuñoa

La confesión de una monja de 80 años permitió descubrir el origen de los restos humanos hallados en la vía pública de Ñuñoa el pasado 8 de abril. En concreto, según indicó la PDI y Fiscalía, se habría debido a un pacto sostenido entre ella y otra religiosa, quien padecía una enfermedad no tratada.

El caso involucra tres sectores de dicha comuna: Suárez Mujica, Los Jardines y Los Talaveras. En el primero se ubica la casa donde la otra monja falleció, el segundo donde vivía la religiosa que mantuvo escondido el cuerpo y el último es la calle donde se encontró la maleta.

Sin embargo, la Fiscalía también abordó la teoría que han logrado establecer respecto del motivo que habría generado que la adulta mayor investigada decidiera finalmente abandonar el cuerpo de su eventual amiga.

La teoría de Fiscalía

Francisco Lanas de la Fiscalía Oriente estableció la cronología de los hechos relatados y esclareció que la monja indagada, quien ya prestó declaración ante la policía, fue identificada gracias a las grabaciones de cámaras de seguridad del sector.

En los registros se pudo observar el momento en que hizo abandono de la maleta tras mantenerla guardada por cerca de un año. Una acción que, según dijo, estaría motivada por la llegada de su hija a la casa donde vive en Los Jardines.

En cuanto a lo anterior, el persecutor enfatizó todo esto sigue siendo materia de investigación, pero que la teoría del Ministerio Público es la siguiente:

"Lo que sí podemos señalar, y calza cronológicamente, es que la hija de esta señora vuelve hace algunas semanas a vivir a este domicilio (en Los Jardines). Entonces, lo más probable es que ante la posibilidad de que su hija descubra el cuerpo, decide abandonar" la maleta, explicó.

El pacto

Por otro lado, ahondando en el pacto que ambas religiosas habrían adoptado, todo habría sido motivado por el cariño y la amistad que forjaron durante varios años. Un contexto que se suma a su calidad de monjas.

"Ambas mantenían una amistad de muchos años en calidad de laicas consagradas", sostuvo Lanas, y en su declaración, la adulta mayor estableció que "con el transcurso de los años, (su amiga) inicia una enfermedad que nunca se trató; y en ese contexto hacen esta especie de pacto", señaló el persecutor.

"Ellas tenían una aspiración de aislarse del mundo, como monjas de claustro. Y (el pacto indicaba) que en caso de fallecimiento de una u otra, no darían cuenta a la autoridad y prometían cuidarse hasta el último momento, incluso después de (morir)", complementó Lanas.

Siguiendo con la explicación, el fiscal indicó que la muerte en cuestión ocurrió en otro domicilio, pero "meses después del fallecimiento, la religiosa la traslada en una maleta al actual domicilio  y guarda el cuerpo en una bodega interior".