“La muerte más horrenda y brutal”: La macabra petición del descuartizador confeso de Punta Arenas
Esta semana comenzó el juicio contra un sujeto imputado del asesinato de un joven de 21 años a comienzos de 2023, tras compartir unas bebidas alcohólicas. Allí, una testigo relató un impactante antecedente.
Miércoles 11 de diciembre de 2024 | 09:13
Nuevos antecedentes fueron dados a conocer en torno a un macabro crimen que remeció a la población de Nelda Panicucci de Punta Arenas, luego que un cuerpo fuera encontrado desmembrado al interior de una vivienda.
El episodio ocurrió en enero de 2023, cuando un joven de 21 años compartía con un grupo de personas y fue atacado cruelmente por uno de ellos, recibiendo heridas con un arma cortante que finalmente le causaron la muerte.
En concreto, según se reveló en el juicio que comenzó hace unos días, la víctima de nombre Roberto salió a bailar con amigos. Cerca de las cinco de la mañana regresó a casa, donde a pocos metros se encontró a dos sujetos que escuchaban música y bebían alcohol.
Allí, ambos le ofrecieron un trago, aceptó y luego, tras una presunta discusión, terminó sin vida y con su cuerpo cercenado. “Es la muerte más horrenda y brutal que cualquier ser humano puede recibir”, afirmó el fiscal el día viernes, consignó La Prensa Austral.
Por lo mismo, el persecutor habla de un homicifio calificado, pues sostuvo que ambos "actuaron a traición y sobreseguro", mientras que la víctima "recibió múltiples golpes de puño en su rostro, múltiples lesiones cortopunzantes en su cabeza, cuello, cuerpo y extremidades”.
La perturbadora solicitud de homicida
Durante la investigación, el homicida confesó que tras el crimen se quedó dormido y que, al despertar, no supo que hacer con el cuerpo y utilizó un cuchillo y un cartonero para desmembrar a la víctima.
Sin embargo, en el marco de las indagaciones, una vecina entregó su testimonio y recordó que a la mañana siguiente del crimen, el homicida rondaba por fuera de su casa y le preguntó qué necesitaba.
En eso, recibió como respuesta, “tía me puede prestar un serrucho y un martillo”, a lo que ella respondió diciendo que solo tenía un martillo, a lo que accedió a prestárselo.