Ofrecía "terapias reparadoras" para homosexuales y ahora se reconoció gay

Fue una revelación sorprendente para sus seguidores y para sus críticos. David Matheson, de 54 años, estuvo casado con una mujer por más de treinta años, pero ahora le puso fin y decidió admitir algo que reprimió por décadas.

"Hace un año me di cuenta de que tenía que hacer cambios importantes en mi vida", así comenzó escribiendo, en un comentario en su perfil de Facebook, el creador del polémico programa Journey Into Manhood (viaje a la hombría), un curso donde aseguraba poder eliminar la atracción sexual entre hombres.

Y continuó diciendo que "me di cuenta de que no podía mantener mi matrimonio durante más tiempo. Me di cuenta de que tenía que reafirmarme como gay".

El miembro de la iglesia mormona era conocido en Utah, Estados Unidos, como un “curador” de la homosexualidad, según publica El Mundo.

Es por eso que cuando compartió esas palabras casi nadie se lo esperaba, excepto desde Truth Wins Out, una organización sin ánimo de lucro del colectivo LGTBI que confronta al extremismo religioso antigays, ya que fueron los primeros en hacer pública la homosexualidad de Matheson.

¿Y cómo se enteró la ONG? Gracias a Rich Wyler, compañero religioso con el que el hombre creó su "terapia de conversión para gays". Días más tarde, él reconocido todo a través de sus redes sociales, incluso dijo que ya estaba listo para salir con hombres, hora que se divorció.

Este anuncio vuelve a poner foco en el negocio que suponen en EE.UU. los llamados centros de rehabilitación de homsexuales, debido a que estos surgen dentro de la comunidad mormona.

Es justamente en este círculo que Matheson se dedicó durante años a la práctica conocida entre los mormones como "terapia reparadora", un tratamiento que busca cambiar la orientación sexual de las personas o su identidad de género.

Los legisladores que del estado de Utah, actualmente, se encuentran buscando que se aprueba la idea de ilegalizar este tipo de programas. Inlcuso, ya en otros sectores de Estados Unidos tienen  prohibidas las licencias profesionales para realizar las terapias. En 2012, la Organización Panamericana de la Salud prohibió estas prácticas.