¿Por qué mi hijita tuvo que morir así?: El relato de los padres de mujer asesinada hace 24 años en Osorno
Carlos Abello y Elsa Mancilla entregaron su testimonio y aseguraron que nunca dejaron de buscar a la víctima del suceso. Asimismo, indicaron que sabían que el presunto agresor "les mentía".
Jueves 9 de junio de 2022 | 23:54
Durante la tarde del reciente lunes 6 de junio, la Policía de Investigaciones de Osorno informó del hallazgo de osamentas que podrían pertenecer a una mujer desaparecida hace 24 años en la ciudad de la Región de Los Lagos.
Lo anterior fue posible luego que llegara hasta las dependencias de la Brigada de Homicidios de la PDI una personas que denunció que su padre, un hombre de 65 años, le habría confesado haber asesinado a su madre, mujer que se encontraba con paradero desconocido desde 1998.
La identidad de la víctima debe ser comprobada científicamente mediante un cotejo de ADN con familiares, mientras que su causa de muerte será determinada por la autopsia correspondiente por parte del Servicio Médico Legal.
En ese contexto, fue que Carlos Abello y Elsa Mancilla, padres de la víctima, entregaron su testimonio al medio El Austral de Osorno, asegurando que nunca dejaron de buscarla y que sabían que el presunto agresor "les mentía".
"Desde el primer día que C.S, dijo que ella había abandonado su casa, sus hijos y que se había ido a Puerto Montt, nunca lo creímos. Fueron sus celos, ella siempre decía que le pegaba. Ahora ese maldito debería morirse como un perro, no tiene perdón lo que hizo. ¿Por qué mi hijita tuvo que morir así? He sufrido muchísimo y sólo quiero que se haga justicia como debe ser", dijo Mancilla.
"Nunca dejamos de buscarla y sabíamos que él nos mentía, añadió la madre de la mujer asesinada, cuyo cuerpo fue encontrado en una pesebrera del Club de Campo, lugar dónde el agresor trabajaba.
Por su parte, Abello dijo que en primera instancia, la pareja de su hija "andaba bien", pero después "empezó a mentir", agregando que "era muy celoso".
"Mi señora y mi hija iban a vender flores y verduras a Puerto Montt, pero las seguía y se quedaba todo el día allá. Mi hija nunca iba a dejar solos a sus hijos, por eso nos pareció extraño todo su relato en esa época", precisa, ya que el esposo decía que su cónyuge había abandonado la casa por propia voluntad.