La cachorra se encontraba en una propiedad por voluntad de una familia que decidió mantenerla como mascota. Desde el Servicio Agrícola Ganadero (SAG) hicieron un llamado a no recoger cachorros ni polluelos de especies protegidas "porque además de infringir la ley se está realizando un grave e irreparable daño a nuestro ecosistema".