Felipe cursa 5° básico y cada mañana se instala con una mesa y una silla en el límite de su patio para captar la señal del establecimiento, ubicado a dos casas de la suya. "Tengo que hacer las guías solo y no comprendo. Los animales me molestan. En el Metro van 30 personas apretadas. No entiendo por qué no podemos ir a clases presenciales", se cuestiona.