Luis Núñez y su calvario en prisión: "Quitarme la vida se me pasa todos los días por la mente”
"Estar 21 horas encerrado, con 100 vinchucas, que son las baratas, caminando por la pared, por tu cuerpo, no es grato para una persona que es inocente", relató el ex delantero de la UC.
Domingo 7 de marzo de 2021 | 15:24
El ex delantero de Universidad Católica, Luis Núñez, relató el calvario que vive tras encontrarse en prisión preventiva desde hace un año después de ser formalizado por dos homicidios frustrados, lesiones y un homicidio consumado tras ser acusado de participar de una balacera en octubre de 2018.
El otrora atacante, quien está a la espera del juicio en su contra, aseguró en conversación con La Tercera que "quitarme la vida se me pasa todos los días por la mente. Estuve con tratamiento para la depresión. Me fumo una cajetilla diaria, cosa que nunca hacía porque yo antes no fumaba".
"Estar 21 horas encerrado, con 100 vinchucas, que son las baratas, caminando por la pared, por tu cuerpo, no es grato para una persona que es inocente. Yo me equivoqué, lo tengo claro, me equivoqué mil veces y eso me costó perder mi carrera. Pero ahora no puedo perder mi vida por algo que no hice”, indicó.
En relación al incidente por el cual está siendo acusado, Carepato reconoce que estuvo presente en el momento que ocurrió la balacera en una casa de La Legua, pero que él no disparó ya que no portaba ningún arma.
"Sí, sí estaba. Eso no lo puedo negar. Yo sí estaba ese día. En los hechos sí estaba, pero de ahí a matar a una persona… Para eso se necesita una pistola y yo en ese momento no la tenía y nunca la tuve en el momento de los hechos. Es imposible que yo haya disparado o haya matado a alguien", relató.
“Yo atiné a correr, a salir de la casa corriendo. Me fui de la casa corriendo. Yo creo que nadie se queda mirando quién dispara o quién no dispara“, aseguró.
A su vez, Núñez niega haber estado prófugo en Bolivia, país al que fue "a hacer una vida nueva, no a esconderme. En la prensa se hablaron muchas cosas: que yo andaba escondido en Bolivia, que andaba con otro nombre. Primero que nada me llevé a mi familia. Lo primero que hice fue colocarlas legal. Le saqué el carnet boliviano a mi hija, a mi señora también, para ponerla en el colegio. Presenté mis papeles, con mi nombre, para que mi hija estudiara como debe ser”.