Jornada decisiva para La Roja: El milagro de San Carlos de Apoquindo o aplaudir el fin de la generación dorada
Tras caer por goleada ante Brasil el jueves pasado, la selección chilena necesita ganar el próximo martes a los charrúas y esperar que Perú y Colombia caigan derrotados en sus respectivos encuentros. La ilusión mundialista que tiene a la hinchada expectante de lo que ocurra en la última fecha del proceso clasificatorio.
Lunes 28 de marzo de 2022 | 19:01
La Roja no depende de sí misma para lograr la quinta plaza, que da acceso a la repesca, y necesita que se den una serie de resultados que muchos creen requieren la intervención milagrosa de San Carlos de Apoquindo, lugar donde se disputará el encuentro.
Tras caer goleados el jueves ante Brasil por 4-0, la selección chilena necesita ganar el martes a los charrúas y esperar que Perú y Colombia caigan derrotados en sus respectivos encuentros, los franjirrojos en Lima frente a Paraguay y los cafeteros en Caracas frente a Venezuela.
Ambas derrotas parecen difíciles, a tenor de como se han desarrollado los clasificatorios para el Mundial, como parece difícil la victoria chilena frente a una Uruguay que, aunque no se juega nada, siempre pone una intensidad más en los duelos con los vecinos, a los que une una larga y polémica rivalidad.
Del gol imposible a los 19 expulsados
La última vez que Chile y Uruguay se vieron las caras en un duelo de alto voltaje oficial de clasificación mundialista fue en noviembre de 2016. Chile derrotó entonces a Uruguay por 3-1 en el Estadio Nacional, con un Claudio Bravo muy inspirado que contribuyó a la victoria al atajar un penalti.
Un triunfo extraño si se tiene en cuenta la estadística de los encuentros disputados en Copa América, el más antiguo torneo de selecciones en el mundo. De los 29 partidos que han jugado, la Celeste ha ganado en 18 ocasiones, con apenas siete victorias chilenas, cuatro empates y partidos memorables.
En especial el disputado el 24 de marzo de 1985, que acabó con victoria de la Roja por 2-0 y con el que la FIFA certificó como “el gol imposible”, obra de Jorge Aravena el ejecutar un libre directo pegado a la línea de córner, sin apenas ángulo y un arquero de gran altura que no pudo impedir que el gol se alojara en la escuadra mas alejada.
Memorable, pero por razones radicalmente diferentes, fue el amistoso celebrado en 1975, en el estadio Santa Laura, feudo de Unión Española, y que acabó con 19 jugadores expulsados.
A los 79 minutos, y con 1-3 a favor de los charrúas, el defensor uruguayo Eduardo del Capellán propinó una patada al chileno Daniel Día, que respondió con una coz voladora que desató una verdadera batalla campal. Solo el chileno Víctor Díaz y los dos arqueros se libraron de ir a los vestuarios en un episodio de bochorno en el que dos jugadores uruguayos hubieron incluso de ser atendidos por sendas pedradas.
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En este escenario, Chile llega a la última jornada de las eliminatorias lamentando algunos puntos perdidos de forma imprevista y con dudas en torno a su “generación dorada”, que con toda probabilidad afronta su último tren. Aquella que arrancó en 2007 bajo el liderazgo en el banquillo de Marcelo Bielsa y que incluye jugadores aún en activo en la Roja como Claudio Bravo, Gary Medel, Arturo Vidal, o el propio Alexis Sánchez.
Una generación que también incluyó a Eduardo Vargas y que además de clasificarse para los mundiales de Sudáfrica 2010 y Brasil 2014, ganó dos ediciones de la Copa Sudamericana y perdió con Alemania la Copa Confederaciones.
En plena transición, Chile aún depende de la calidad de Alexis Sánchez, goleador histórico de la selección, de la energía, en descenso de 'el Rey' Arturo Vidal, y tiene como mejor esperanza al delantero del Blackburn Rovers Ben Brereton.
El jugador que debe liderar la próxima generación chilena llegó a estos dos partidos lesionado y no jugó en el estadio Maracaná. Pocos esperan que pueda estar en la partida para este martes y piden también a San Carlos de Apoquindo que obre también en su tobillo “la primera parte del milagro”.
“Lo más duro de este proceso han sido las ausencias dado que dependíamos de una generación que ganó todo y de algunos jugadores jóvenes. Lo otro fue el cambio de calendario. Esos tres partidos de visitantes fueron complicados, y nadie dijo nada”, dijo Martín Lasarte en la rueda de prensa previa al partido. “Acá nosotros debemos conseguir el resultado que necesitamos y después tener un poco de fortuna. Esa es la realidad” sobre las opciones del repechaje, agregó, poniendo a la fe su dosis de pragmatismo.