Michael Jordan admite que nunca tuvo gripe en el "Flu Game" de 1997: Se intoxicó con una pizza
La estrella de los Bulls rememoró el quinto partido de la serie contra el Utah Jazz, así como la previa de este, donde tuvo serios problemas estomacales por consumir una pizza en mal estado que pidió en un delivery de la ciudad mormona.
Martes 19 de mayo de 2020 | 01:45
En la doble entrega final de la exitosa serie documental The Last Dance, con Michael Jordan y los Chicago Bulls a la cabeza, hubo una importante afirmación, referida al histórico partido donde MJ jugó con fiebre e intoxicado.
Era 1997 con una serie al mejor de 7 partidos empatada a dos juegos por lado. Se jugaba en Utah, la ciudad mormona donde el Jazz es el principal equipo de la ciudad y que cuenta con unos fanáticos completamente devotos al equipo.
Fue en ese escenario que Jordan entregó una de sus más memorables actuaciones, el que pasó a llamarse el “Flu Game”, por el fuerte estado gripal que el 23 traía a cuestas.
Sin embargo, en el capítulo 9 reconoció que no se trataba realmente de una gripe, sino que de una intoxicación al estómago provocada por comer alimento en mal estado.
La historia relata que fue una pizza delivery que consumió el 9 de junio de 1997, un par de día antes del juego 5 en Utah, cuando Jordan y los Bulls se encontraban concentrados en el hotel Park City de aquella ciudad, para medirse contra los locales del legendario dúo de Stokcton y Malone.
Tim Grover, preparador personal de Michael, ya había revelado hace algunos años este episodio, no obstante, el propio MJ lo volvió a revivir en la serie de Netflix.
“Eran cuatro o cinco personas trayendo una pizza. Pensamos que algo raro estaba sucediendo”, dijo la superestrella, recordando aquel particular momento al recibir el pedido.
Lee también: En el piso y abrazado a una pelota: El estremecedor audio del llanto de Michael Jordan que “The Last Dance” no revelóPara los registros, sus compañeros aseguraron que Jordan fue el único que comió. Cuando ya era de madrugada, iniciaron los malestares. Comenzó a sentir fuertes dolores y empezó a temblar. Al rato, no paraba de vomitar.
El cuerpo médico se puso de inmediato a trabajar y le ordenó al basquetbolista que debía hacer reposo absoluto las próximas 24 horas. Siguió las instrucciones al pie de la letra, perdiéndose la práctica del equipo.
Con el paso de las horas el asunto no mejoró demasiado y Jordan debió presentarse al encuentro como pudo. Llegó con 38 de fiebre y con muy pocas fuerzas. Su compañero Scottie Pippen señaló que jamás imaginó que sería capaz de jugar aquel duelo en ese estado.
Sin embargo, MJ ingresó a la cancha y lo dio todo: 38 puntos, 7 rebotes, 5 asistencias, 3 robos, 1 tapón y 2 triples, en 44 minutos de juego. Además de esos números, anotó un triple clave -que no era su fuerte- y logró que Chicago aventajara la serie 3-2 para, eventualmente, proclamarse campeones en el siguiente juego.
"No fue el partido de la gripe… fue comida envenenada", afirmó Jordan, en lo que fue un capítulo más en la historia incomparable de su Majestad.