La deportista, descrita como “una de las mejores gimnastas en la historia de los Países Bajos”, tuvo un sufrido camino, llegando incluso a verse enfrentada a prisión y a intentos de suicidio, luego que a sus 22 años una lesión la dejara fuera de las competencias. Sin embargo, hoy dice que todo valió la pena y que no se arrepiente de lo que hizo.