Surf adaptado en Chile: Una iniciativa gratuita para personas discapacitadas
Una experiencia nueva para algunos, el resultado de un largo esfuerzo para otros. No conocen la palabra límite si de eso se trata tomar la primera ola. Así lo viven jóvenes y voluntarios que forman parte de las clínicas de surf adaptado gratuitas, cuya disciplina toma cada vez más fuerza en Chile.
Sábado 25 de mayo de 2019 | 21:24
Andrés Miranda surfea hace 20 años. Su hermano, Diego (22) lo acompaña de vez en cuando, quiere intentarlo, sin embargo, para Diego no ha sido fácil. El miedo lo bloquea pero cada vez está más cerca.
Hoy ya pisa la arena y se hunde en el agua hasta la cintura. Toma la primera ola, se acuesta en la tabla, nada y avanza junto a ella.
Diego Miranda integra el centro educacional Nueva Creación de la comuna de Puente Alto. Desde 1970 entrega educación especial a distintos estudiantes. Diego es uno de ellos. Tiene Síndrome de Down.
"Diego es mi motor", dice Andrés Miranda, quien hace casi dos años decidió partir con un nuevo proyecto auto financiado: surf adaptado.
Inicios del surf adaptado en Chile
El mar estaba tranquilo, un oleaje preciso para montar sobre la tabla y surfear en las cristalinas aguas de la playa de Totoralillo.
Lee también: Histórico: Surfista brasileño dominó la ola más grande del mundoTrabajando como salvavidas, Cristián Encalada inició una idea que hasta el día de hoy no suelta. Todo comenzó con una coincidencia.
"¿Puedo ver su tabla?", preguntó uno de los escolares de una escuela especial para niños con Síndrome de Down que paseaba en el itsmo de la IV Región.
De a poco se fueron acercando el resto de los compañeros. Cristián en tanto, mostraba su tabla y lo que podía hacer con ella: surfear.
Una coincidencia que terminó convirtiéndose en una clase express y sin ninguna preparación. Hoy todo eso es distinto.
Encalada es instructor aprobado por la ISA (International Surfing Association) y director de Adapta Surf Coquimbo, una iniciativa que desde el año 2009 hace clases de surf adaptado para personas con distintas discapacidades.
Conseguían los implementos y las tablas a través de redes sociales. Preguntaban a otros surfistas si tenían tablas en desuso hasta reunir, en conjunto con otras escuelas, las suficientes como para armar una clase.
Replicando esas publicaciones, llegaron al ojo del filántropo de cabellera risada y rubia, Leonardo Farkas.
"Farkas nos regaló las primeras seis tablas y seis trajes", recuerda Encalada. Todos los gastos avaluados en cerca de $3 millones.
Hoy Adapta Surf Coquimbo, es una escuela reconocida por la Federación de Surf de Chile. Dentro de sus integrantes está Miguel Ángel Rojas. Él no siente nada desde el pecho hacia abajo. Un accidente automovilístico por estado de ebriedad, quitó su sensibilidad. Quedó parapléjico.
Te puede interesar: Surfista sufrió inesperado choque contra manada de delfinesHoy Rojas entrena junto a Encalada. Dos veces a la semana trabajo en tierra, desde equilibrio sobre la tabla a trabajos de braceo; y durante los fines de semana, hacen lo que más les gusta: tomar una ola y no parar.
Así ha sido para Miguel Ángel Rojas, no parar lo ha llevado a estar hoy número 4 del mundo en surf adaptado. Galardón que ganó durante el mundial de la disciplina en la playa de Joya, San Diego, Estados Unidos.
Encalada ha promovido este ejemplo capacitando a distintas escuelas de surf adaptado en las costas chilenas, entre ellas, la de Andrés Miranda.
Una iniciativa gratuita
Durante este Domingo 26 de mayo, la se realizará la segunda clínica de surf adaptado en la playa de Hanga Roa, en el Quisco.
Son 25 voluntarios, entre kinesiólogos, surfistas y personas que quieran participar sin tener ninguna experiencia previa, trabajarán con 27 menores inscritos hasta ahora. Algunos con discapacidad motora, otros intelectual, sin embargo no hay diferencias para el surf adaptado.
Junto con Francisco Romero, director de la escuela CauCauKayackSurf, las coloridas tablas se posarán sobre la blanca arena de la playa. Parte del equipo para la actividad es prestado por Romero, quien es instructor del Instituto Nacional del Deporte de surf de la V Región. Otras tablas en cambio, son restauradas por el mismo Andrés.
"Con mi hermano Daniel recuperamos algunas tablas que otras escuelas botan o dejan de usar. Las adaptamos y las usamos para las clínicas", dice Andrés Miranda. "Les ponemos manillas para que los niños puedan tomarse de ellas, alzador de pecho para que no quedan completamente acostados en ellas y una serie de otras modificaciones. Hasta ahora hemos rescatado cuatro tablas", agrega Miranda.
Las clases son completamente gratuitas y abiertas para todos quienes quieran participar.
Desde temprano comienzan con las primeras instrucciones. Una charla para los apoderados sobre los riesgos del agua para los menores. Medidas preventivas y un curso breve de primeros auxilios que deben considerar antes de entrar a las gélidas aguas del mar del litoral.
El calentamiento, con juegos y obstáculos, para que luego, en grupos, los niños entren con un instructor y un voluntario que acompaña.
"Todo sale de mi bolsillo y lo que entra en ganancias a nuestra tienda", comenta Andrés Miranda.
La actividad termina luego de cerca de 8 horas de trabajo. Parte de una iniciativa que prepara a niños con capacidades distintas y que dan la posibilidad de montar la primera ola que los llevará a ser futuros deportistas nacionales.