Cremaron a la equivocada: Mujer reapareció viva en su casa tras ser considerada fallecida por COVID-19
"No sabemos a quién hemos incinerado", dijo el sobrino de la mujer. Tras una terrible confusión, se le informó al esposo que había muerto, él fue a la morgue del lugar e identificó a su esposa, no obstante, la distancia que se debe tomar para ver el cadáver, sumado al plástico que la tapaba, le jugó una mala pasada.
Miércoles 9 de junio de 2021 | 17:00
"No sabemos a quién hemos incinerado". Con esa palabras, Nagu, sobrino de Muktyala Girijamma, protagonista de esta historia, se refirió a una insólita confusión en un hospital en India, informó el medio Mirror.
Para entender Muktyala Girijamma, de 60 años, y su hijo, Ramesh, de 36, fueron ingresados al Hospital General del Gobierno de Vijayawada a inicios de mayo por COVID-19, primero fue ella y después le tocó a él.
Con el pasar de los días, la situación se volvió trágica cuando Ramech falleció producto de la enfermedad y a los pocos días fue el turno de su madre, aunque realmente la muerte de ella nunca fue efectiva, pero sí comunicada. Se trató de un horrible mal entendido.
Cuando su marido se dispuso a ir a verla al hospital se encontró con una cama vacía y con el médico de cabecera en el lugar. El mismo profesional le indicó al hombre que su esposa había fallecido. Sin embargo, estaba en una habitación cercana.
"Créiéndolo, fuimos a la morgue a encontrar su cuerpo donde nos dieron el cuerpo de otra mujer. Como no pudimos verificar el cuerpo antes de tomarlo mientras estaba empacado, llevamos el cuerpo a casa y realizamos los últimos ritos", dijo.
Pero el cuerpo nada tenía que ver con Girijamma, aunque, al parecer, se parecía fisicamente, pues el marido tuvo que reconocerlo in situ, claro que a cierta distancia, dada la situación sanitaria. Se cree que eso hizo que el propio hombre se confundiera.
Días posteriores, en medios de los preparativos para el Shraddha, rito funerario en india cuyo protocolo se relaciona con la incineración del cadaver, apareció la mujer de vuelta en su hogar, quejándose de que nadie la había ido a buscar al hospital.