Pañuelos, poleras, pañuelos, pancartas, mascarillas y maquillaje verde. Todo era válido para expresar una sola demanda: que la interrupción voluntaria del embarazo fuese ley. Anhelo feminista que se hizo realidad en la madrugada del miércoles. Así lo vivieron las miles de mujeres que se tomaron las calles de Buenos Aires.