Delphine Boël, una escultora de 52 años, obtuvo su título de princesa tras ganar una batalla legal contra su padre biológico, el rey Alberto Segundo de Bélgica. Boël entabló una demanda en 2013 para ser reconocida como princesa, ya que, según la artista, el rey Alberto tuvo un romance con su madre, lo que resultó en su nacimiento.