Cuando McKayla Maroney denunció que el entrenador le había metido los dedos en sus genitales a los 13 años, el FBI le dijo: "¿Eso es todo?". Tras crudos relatos, la reconocida Simone Biles declaró que "todo el sistema que lo permitió y perpetró" también es culpable del abuso que sufrieron más de 300 deportistas.