Youtuber marroquí fue condenada a prisión por denunciar el turismo sexual
La mujer publicó un video en el que responsabilizaba al Estado y al rey Mohamed VI de no luchar contra la prostitución en Marrakech, siendo sentenciada por el delito de ultraje a la autoridad.
Lunes 6 de septiembre de 2021 | 17:12
Según informaron a EFE fuentes de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), que el pasado 14 de agosto denunció su detención, el juez sentenció a Jamila Saadan por un delito de ultraje a la autoridad.
Además de la condena de cárcel, también le impuso una multa de 1.000 dirhams (más de $900 mil) y condenó a su hijo a 4 meses de cárcel, una pena suspendida por el juez y que no deberá cumplir, por grabar el vídeo de su madre y ayudarla a crear su canal en YouTube.
Lee también: Con un empresario, un ingeniero, una asistente médica y una profesora: NASA prepara la primera misión espacial civilLa youtuber fue arrestada en su domicilio el pasado 27 de julio tras la publicación el mismo día de un video en su canal, conocido por el nombre de Oum bialf rajol ("Una madre que vale mil hombres").
En el registro, de más de ocho minutos, Saadan critica a las jóvenes que se dirigen a Marrakech para dedicarse a la prostitución, acusa al Estado de proteger el turismo sexual, además de que cita los nombres del rey, Mohamed VI, de su hermano Muley Rachid y de varios empresarios de la ciudad ocre como responsables de este fenómeno en la zona.
La AMDH pidió sin éxito que se dejara a la youtuber en libertad condicional, al mismo tiempo que subrayó que la Fiscalía marroquí, en lugar de arrestarla, debía "abrir una investigación transparente sobre las alegaciones que aparecen en la grabación sobre el supuesto turismo sexual, pedofilia y tráfico de personas" en Marrakech.
Lee también: Cuatro personas murieron en un tiroteo en Estados Unidos: Hay una guagua entre las víctimasMarrakech, una de las principales ciudades turísticas del continente africano, es conocida por la actividad de las redes de prostitución femenina y masculina.
Un fenómeno que dio lugar en 2015 a una película del realizador Nabil Ayouch titulada Much loved, filmada en Marrakech y protagonizada por marroquíes, pero cuya difusión fue prohibida en el país magrebí por su lenguaje y sus escenas consideradas demasiado explícitas.