El largo camino de "Orejitas", el perro que nadie quiere adoptar: "Ha percibido el rechazo"

Fue encontrado vagando cuando sólo tenía meses de vida. En una jornada de adopción, una mujer se lo llevó y se comprometió a cuidarlo, pero a los seis meses lo devolvió. Hoy, su cara está en decenas de carteles de Huechuraba y Quilicura esperando encontrar un hogar definitivo.

Martes 30 de julio de 2019 | 07:14

En las calles de Huechuraba y Quilicura hay varios carteles con una misma imagen: la de un perro de largas orejas y mirada brillante que espera ser adoptado. Se trata de “Orejitas”, un can que fue recogido de la calle por una fundación, pero desde hace tres meses atraviesa un largo camino para encontrar un hogar definitivo.

No se sabe si nació en la calle o fue abandonado por sus dueños originales, lo cierto es que fue encontrado vagando cuando tenía pocos meses de vida. Y tal como se hace con todos, “Orejitas” comenzó el riguroso proceso de vacunación, desparasitación y limpieza, para luego darlo en adopción.

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En una de las jornadas organizadas por la fundación, una persona se comprometió a darle un nuevo hogar. “Ella pasó por una entrevista, en la que le pregunté ‘¿Usted está consciente de que cuando uno adopta es para siempre?’. Y ella me dijo: ‘Estoy totalmente consciente’. Se le explicó cómo eran los perros al principio y aseguró que tenía paciencia y amor para darle”, dijo a BioBioChile David Fernández (25), joven que se dedica a rehabilitar y encontrar hogar a perros abandonados.

Sin embargo, seis meses después de haberlo llevado a su hogar, esta mujer lo devolvió argumentando que se había fracturado y no podía cuidarlo. “Dijo que no podía sacarlo a pasear… pero no vivía sola, toda la familia lo había adoptado”, reclama Fernández.

Ahora, dice que imprimió carteles y afiches para encontrarle un nuevo hogar a “Orejitas”, quien, según Fernández, quedó con secuelas emocionales tras la decepción.

“Desde el aspecto ‘psicológico’, el perro no estaba bien cuando lo devolvió. Tenía una ansiedad enorme y destrozaba todo, lo que es indicio de que a él no le daban paseos diarios. Tampoco se le castró”, afirma.

“Yo siento que él ha percibido el rechazo. Busca amor y cobijo en todas las personas: tiene una mirada expresiva, ‘ojitos de penita"”, explica.

“Orejitas sigue estresado y sólo necesita amor para recuperarse. Es un perro que jamás ha tenido estabilidad en su vida, en su familia. Ha tenido mala suerte por todos lados y se ha topado con personas que no le han tenido paciencia”, lamentó y aseguró que, aparte de lo anterior, el perro goza de muy buena salud.

“Es un perrito joven que quiere jugar, salir…le gusta ser ‘pegote’”, dijo David, quien lo saca a pasear diariamente y lo define como un perro muy amigable y nada de violento”, agrega.