"Aun corriendo el riesgo de que me responda con sus planteamientos filosóficos que se pueden remontar hasta Sócrates, me atrevo a preguntar lo siguiente: ¿será el momento para que un hombre tan culto, preparado e inteligente como Carlos Peña dedique una y otra columna a escarbar, con cierta ansiedad, en la personalidad del presidente de la República?", dice.