El 66% de los pacientes son mujeres, el 63% pertenece a Fonasa y se centran en medicina familiar y salud mental. La atención a distancia llegó para quedarse. Es así como las consultas presenciales han disminuído a casi la mitad por la pandemia, lo que, no obstante, también significa riesgos como el agravamiento de enfermedades por una atención tardía.