Reality "Gran Hermano" obligó a una concursante a mirar el video de un presunto abuso sexual en su contra

Un presunto abuso sexual contra una participante de Gran Hermano en España tiene al clásico reality show en entredicho. Los hechos sucedieron en noviembre de 2017, en el programa GH Revolution, y recién dos años después se dio a conocer la forma en que la producción enfrentó los acontecimientos y se lo comunicó a la víctima.

Carlota Prado -la mujer que habría sido abusada-, se enteró de lo sucedido a través de un espacio del programa de entretención llamado "el confesionario", donde los participantes se comunican con un productor del programa al que llaman "Súper".

El 19 de noviembre, El Confidencial publicó un video en el que se ve la reacción de Prado al conocer las imágenes y enterarse de lo que le había hecho quien hasta ese momento era su pareja en el programa. "Por favor, Súper, para ya. Por favor, para ya", dice, notoriamente afectada.

Tras conocerse los hechos, la campaña #CarlotaNoEstasSola se tomó las redes sociales y ella dijo que "por primera vez, no me siento sola". Esta es la cronología que por estos días se ha tomado el debate en España, en un nuevo caso de violencia sexual contra una mujer.

El abuso

El viernes 3 de noviembre de 2017 en GH Revolution se celebró una fiesta con mucho alcohol y poca comida (los participantes habían perdido la prueba semanal que les daba derecho a tener un buen presupuesto para hacer las compras). Esa noche, José María López ayudó a Carlota a irse a la cama. Cuando este quiso hacer contacto íntimo, ella respondió que no podía, tras lo cual se desplomó sobre la cama.

A eso de las 1:30 AM y, según consta en la denuncia, López la habría penetrado durante cinco minutos mientras ella dormía.

La cuestionada reacción de Gran Hermano

Al día siguiente, el sábado 4 de noviembre, la producción del programa llamó a José María y lo expulsó sin darle mayores explicaciones a sus compañeros. El hombre había pasado cerca de 15 horas junto a Carlota desde el momento de los hechos.

Al poco rato, ella fue llamada al "confesionario", donde, sola y sin previo aviso, tuvo que ver las imágenes del presunto abuso mientras se comunicaba con una voz en off, como si se tratara de una escena más del reality show.

Tapándose la boca con ambas manos y llorando, la joven pidió que quitaran las imágenes y preguntó, preocupada: "¿Esto lo va a ver la gente?", ante lo cual el Súper respondió que no, para más adelante recomendarle: "Carlota, por ti y por José María, esto no debería salir de esta sala".

Luego de ver las imágenes, Carlota fue trasladada a un hotel de Madrid, donde estuvo recluida sin televisión ni teléfono móvil. En su declaración ante la jueza, contó: "Me llevan a un hotel y me dice Pilar Blasco (actual CEO de la productora) que me van a apartar unos días para que me vean los psicólogos. Me pusieron de niñera a la que se supone que podía haber evitado todo. Yo no sé qué grado de inhumanidad tiene esta gente, pero la niñera que me pusieron era la 'Súper' que estaba al cargo esa noche".

Carlota permaneció cuatro días recluida en el hotel antes de reintegrarse al programa, decisión que tomó porque, según explicó a El Confidencial, "no tenía el valor de enfrentar la realidad".

Por su parte, José María ha negado el delito y su abogado, Antonio Madrid, aseguró que lo que sucedió esa noche fue que "pasó la noche cuidando a Carlota cuando se dio cuenta de que estaba borracha".

El silencio del movimiento #MeToo

Carlota Prado denunció a José María en diciembre de 2017, tras salir del programa. En el momento, el movimiento #MeToo guardó silencio respecto a su caso. Algunos medios habían publicado que la Guardia Civil había visto las imágenes del presunto abuso sexual y habían determinado que no existía indicios de abuso, con lo que algunos la trataron de mentirosa.

Sin embargo, Gran Hermano desmintió esto a través de un comunicado: "Se han puesto los hechos en conocimiento de las autoridades, pero es falso que se hayan entregado o mostrado imágenes a la Guardia Civil. Es todo lo que se puede precisar, por respeto a la intimidad de las personas afectadas".

Otros de los motivos por los que no se creyó a la joven fue por su reintegración al programa y porque no hizo la denuncia de manera inmediata. Si bien el director general de Zeppelin TV, Álvaro Díaz, llegó 24 horas después del hecho hasta la comisaría de la Guardia Civil de Colmenar Viejo, Madrid, para poner en conocimiento de las autoridades el presunto delito, Carlota prefirió no tomar acciones legales con ellos.

"Me pidieron que denunciara con ellos, pero no lo hice porque en ese momento parte de mi familia no estaba en España y antes de hacer ningún movimiento quería hablar bien con ellos. Evidentemente, yo no me iba a fiar de lo que me dijesen esas personas, además, sabía perfectamente que podía denunciar más tarde", explicó a El Confidencial. Por eso realizó la denuncia una vez que fue expulsada del reality show y pudo conversar con sus cercanos.

Cuando se conocieron los videos en los que se ve cómo Carlota se enteró del presunto abuso, en España la gente le expresó su apoyo bajo el hashtag #CarlotaNoEstasSola.

"Por primera vez, no me siento sola", dijo ella. "Y esto se convierte automáticamente en amor. Esto se convierte automáticamente en generosidad para cualquiera que esté pasando por una situación similar a la mía", agregó.

Por estos días se realiza en España GH VIP, reality show que sufrió las consecuencias de los protocolos seguidos por la productora durante el caso de Carlota y perdió los auspicios de varias marcas, entre ellas Nestlé, Carretilla y Fi Network.