Relato del testigo clave que sigue prófugo revela cómo fueron las últimas horas con vida de Cangri
Sebastián Cornejo Hermosilla, quien es buscado por la policía, decidió contar a un matinal algunos pasajes de la travesía que terminó con la muerte de Sebastián Leiva, cuyo cuerpo fue velado el fin de semana en nuestro país.
Lunes 4 de marzo de 2019 | 18:42
Sebastián Cornejo Hermosilla es el nombre del testigo clave que debe entregar antecedentes que ayuden a armar completamente el puzzle tras la desaparición y posterior muerte del Sebastián Leiva, más conocido como Cangri, quien murió en el desierto de la frontera con Bolivia.
Justamente fue él quien realizó un contacto con el matinal Bienvenidos y decidió contar algunos pasajes de la travesía que terminó con la muerte del joven cuyo cuerpo fue velado el fin de semana en nuestro país. Cabe recordar que el hombre se encuentra prófugo y es buscado por la PDI.
Choferes innecesarios
Según su versión de los hechos, todo comenzó a pintar mal para él cuando Germán Gundian, quien fue encontrado muerto junto a Cangri, les dijo a sus acompañantes con los que iba en la camioneta roja Toyota 4Runner que llevaran a dos ciudadanos bolivianos que se encontraron en el camino porque ellos conocían mejor el camino.
"En este camino de Antofagasta a Calama, Germán organiza subir a dos bolivianos, donde yo me niego en primera instancia y lo que pasa es lo siguiente: cuando yo me niego me dicen que el camino está muy malo y que los bolivianos pueden hacer el camino porque ellos se dedican a eso”, contó.
Tras esto, Gundain habrá insistido en llevarlos, por lo que Cornejo Hermosilla habría argumentado que "no necesitábamos chóferes porque Germán conocía el camino. Germán tenía una familia en Bolivia, estaba radicado en Bolivia, trabajaba con la policía boliviana".
Pese a sus intentos, las dos personas "se subieron en Calama. Nos fuimos a San Pedro de Atacama, ahí cargamos combustible y siempre fuimos cinco personas (en la camioneta)".
El asalto
Según el hombre, el recorrido que hicieron en el vehículo iba en dirección a El Tatio, "ahí hay un desvío que es un camino no habilitado y nosotros seguimos el camino de huellas de los vehículos hacia arriba”, por lo que continuaron durante tres o cuatro horas, hasta que dejaron de tener señal en sus celulares: "Ahí Germán dice ‘estamos en tierra de nadie’. Cuando él dice eso, a mi me da una mala espina”, recuerda.
Momento en que el hombre narra que en un momento Germán pide que se detenga el vehículo porque necesita bajarse a aorinar. "En ese instante él se baja y estos dos me apuntalan a mí y al Cangri, los dos bolivianos. Nos apuntalan con una pistola en la cabeza, yo forcejeó con uno, y lo único que veo es que Cangri se baja del auto y sale corriendo".
Según Cornejo, hasta ese momento, nunca se habán dado cuenta que iban armados, pero asegura que "Germán nos fue a entregar a nosotros, la intensión siempre fue quitarnos el vehículo, desde el principio”.
La caminata sin destino
Tras obligarlos a entregar la camioneta, los tres comienzan a caminar por el desierto. Dice que caminaron cerca de cinco horas hasta que se empezaron a acalambrar los músculos. "Nunca dimos con un camino, nunca dimos con un pueblo, nunca dimos con una carretera, nunca dimos con nada, absolutamente nada, en pleno desierto", sostiene.
Siempre de acuerdo a su testimonio entregado en el matinal, aseguró que "siempre supe que iban a volver por Germán, porque él era el que se había prestado con los bolivianos y no tenía sentido que lo dejaran botado a morir". Es por lo anterior que habría intentado convencer a Sebastián Leiva que lo acompañara a caminar sin Gundian, pero que él no quiso ya que cofiaba en que podría encontrar el camino.
Pero todo se complicó cuando cayó la noche y debieron parar y refugiarse en una roca. "El Cangri me decía ‘me voy a morir, me voy a morir’", apunta, junto con añadir que "le decía ‘abrázame compañero, abrázame huéon, si no nos va a pasar nada’".
“Yo le digo a Cangri sigamos caminando, ¿y qué hace el Seba?, se devuelve a buscar al viejo. Me dice ‘Seba, él viejo se sabe el camino. ¿Qué sacamos los dos con caminar si el viejo se sabe el camino?’. Ahí es cuando decido caminar solo”, finalizó.
Este nuevo testimonio asegura que todo el incidente se produjo producto de un asalto planificado y que terminaron en el desierto debido a que fueron abandonados sin poder encontrar el retorno. Sin emabrgo, aun no queda claro cómo es que Sebastián Cornejo Hermosilla terminó encontrando a la policía, ni cuál era la relación entre Leiva, Hermosilla y Gundian, y por qué viajaban a Bolivia.