Se limpió los oídos frecuentemente con cotonitos y desarrolló una infección que casi le costó la vida
Jasmine, australiana de 37 años, fue al doctor sólo cuando tuvo dolores y sintió que estaba perdiendo la audición. La bacteria que tenía había carcomido su cráneo detrás de la oreja y si continuaba avanzado podía llegar a su cerebro.“Hubiera esperado más y estaría muerta”, dijo el cirujano que la atendió.
Lunes 19 de agosto de 2019 | 11:35
Una mujer australiana de 37 años, desarrolló una infección en el oído que estuvo a punto de quitarle la vida.
Jasmine ocupaba cotonitos todas las noches para limpiarse los oídos, pero este hábito hizo que desarrollara una bacteria le comiera parte del hueso de su cráneo.
Según el relato que dio la mujer en That’s Life, fue a un doctor cuando sentía dolor y se dio cuenta de que estaba perdiendo la audición.
Los médicos la evaluaron y le dieron antibióticos para la infección, pero ésta empeoró.
Lee también: Fue a la clínica por un dolor de rodilla y descubrió que su pene se está transformando en un huesoJasmine notó sangre en uno de los cotonitos con el que se limpió. Fue ahí cuando un especialista le hizo una tomografía y se percataron que tenía una infección bacteriana que había carcomido su cráneo detrás de la oreja y que si continuaba avanzado podía llegar a su cerebro.
Tras el diagnóstico, se sometió a una cirugía de cinco horas, retiraron el tejido infectado y reconstruyeron su canal auditivo.
Uno de los médicos que vio el caso de Jasmine explicó que al introducir los cotonitos de forma tan profunda y frecuente, llevó a que algunas fibras de algodón quedaran en el interior de su oído y con el tiempo empezaran a pudrirse.
Lee también: "Me mandaron a morir a la casa": A mujer con cáncer le negaron por tercera vez un trasplante de médula ósea“Hubiera esperado más y estaría muerta”, dijo el cirujano.
A casi un año de la operación, Jasmine sostiene que aún le cuesta escuchar. De igual forma, llama a visitar a un doctor apenas sientan que algo anda mal en su organismo.
“Ahora trato de advertir a todos sobre los peligros del mal uso de los bastoncillos de algodón. Nuestros oídos son partes tan delicadas y sensibles de nuestro cuerpo y deben tratarse con cuidado. Da tanto miedo que mi simple acto de higiene podría haberme costado la vida”, señaló.