"Se logró vencer la impunidad": Suprema condenó a 11 soldados por el asesinato de 38 campesinos en Paine
“Mañana habrá un día más luminoso para los familiares de las víctimas de Paine, ejecutadas por militares de la Escuela de Infantería de San Bernardo, un día plagado de nuevas sensaciones y esperanzas”, señaló el abogado querellante, Nelson Caucoto, respecto de esta causa que se remonta a la dictadura en Chile.
Miércoles 15 de junio de 2022 | 18:38
“Mañana habrá un día más luminoso para los familiares de las víctimas de Paine, ejecutadas por militares de la Escuela de Infantería de San Bernardo, un día plagado de nuevas sensaciones y esperanzas”, señaló el abogado querellante y representante de familiares de 37 de las víctimas, Nelson Caucoto.
“El máximo tribunal de la República ha dictado sentencia definitiva sobre una masacre ocurrida hace 49 años en esa localidad rural. Se ha logrado vencer la impunidad, la indolencia y la barbaridad. Lo que ha hecho la Corte Suprema es un acto de sanidad para esos familiares y para la sociedad chilena en general", agregó.
La Segunda Sala del máximo tribunal chileno recalificó, además, los delitos en relación al fallo de segunda instancia, elevándolos de secuestro calificado a homicidio calificado, decisión que permitió que la Corte Suprema aumentara también la pena al capitán Jorge Romero y al subteniente Arturo Fernández ,a 20 años de presidio mayor.
Los jueces reconocieron, no obstante, la colaboración en las investigaciones, que ayudó a identificar a las víctimas, y les aplicó por ello un atenuante especial.
El proceso liderado por la ministra en visita extraordinaria para causas de derechos humanos de la Corte de Apelaciones de San Miguel, Marianela Cifuentes, estableció que en el contexto del golpe militar del 11 de septiembre de 1973, soldados de la Segunda Compañía de Fusileros de la Escuela de Infantería de San Bernardo detuvieron de forma indiscriminada a decenas de campesinos.
Los militares los trasladaron después en camión hasta una quebrada cercana, donde los ejecutaron, disparándoles con las armas de fuego que portaban.
Sus osamentas fueron encontradas tiempo después por sus propios familiares, trasladadas de manera desordenada por unidades de Carabineros y depositadas en el Servicio Médico Legal (SML), lugar donde permanecieron durante 20 años arrumbados en una bodega sin ser examinados para su identificación hasta la pasada década de los noventa.
Según datos oficiales, durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), alrededor de 3.200 opositores murieron a manos de agentes del Estado, de los que 1.192 figuran aún como detenidos desaparecidos, mientras otros 40.000 fueron torturados y encarcelados por causas políticas.