Inconsolable: El momento en que el presidente de Francia intentó animar a Mbappé tras perder la final del Mundial
El líder francés, Emmanuel Macron, se hizo presente durante la final del Mundial de Qatar 2022 y se dio el tiempo de abrazar a los jugadores del cuadro galo tras su derrota ante Argentina.
Domingo 18 de diciembre de 2022 | 16:48
Las cámaras de televisión mostraron cómo Macron se agachó para hablar un rato con la estrella francesa, a la que dio también un afectuoso abrazo.
La final perdida a los penaltis fue un rudo golpe para Mbappé, a pesar de ser el mayor goleador de este mundial y de convertirse en uno de los dos únicos jugadores que han marcado tres tantos en una final mundialistas, ya que aspiraba a igualar al legendario Pelé como los únicos futbolistas en lograr dos mundiales, y consecutivos, antes de los 24 años.
Tras intentar consolar a Mbappé, que se quedó un rato más sentado y abatido con la mirada en el infinito, Macron saludó al seleccionador Didier Deschamps y a otros jugadores franceses.
Macron fue la principal figura del palco ya que el presidente argentino, Alberto Fernández, no viajó a Doha para esta final.
Las imágenes de televisión que periódicamente enfocaban al palco mostraban a un Macron inicialmente enérgico -apretando el puño con el canto de La Marsellesa antes de iniciar el partido- y luego aplaudiendo alegre el primer gol de Mbappé que dio esperanzas de un empate.
Y esa alegría se transformó en entusiasmo con el gol del empate, apenas dos minutos después, con el jefe del Estado francés poniéndose de pie y estirando ambos brazos.
Para el tercer gol francés, que volvió a empatar el partido y llevó la final a los penaltis, Macron ya se había quitado la chaqueta y arremangado la camisa.
Posteriormente, el presidente francés participó en la ceremonia de entrega de trofeos, junto con el jeque de Qatar, Tamim ben Hamad Al Thani, y el presidente de la FIFA, Gianni Infantino.
Ahí, Macron abrazó y habló dos veces con Mbappé, cuando recibió el trofeo al máximo goleador y después al recibir la medalla de subcampeón. La estrella francesa seguía inconsolable, a pesar de los arrumacos de su presidente.