Pelé continúa siendo único: La marca que Kylian Mbappé no pudo alcanzar tras perder la Gran Final de Qatar 2022

Esa marca solo la registra "La Perla Negra" de Brasil. Sin embargo, el parisiense se aferró hasta el último suspiro en conseguirlo, logró el segundo triplete en la historia de los Mundiales y acabó como máximo goleador del torneo con 8 dianas, el número más elevado desde que Ronaldo lograra esa cifra hace 20 años.

A pesar de aquello, en el rostro del jugador del PSG se reflejaba la decepción que engloba haber quedado apeado de la gloria, que esta vez le arrebató el argentino Lionel Messi, que tenía su propia cuenta que saldar con Diego Maradona.

En el duelo de leyendas le tocó perder al francés, pese a que buscó llevárselo con la fe que durante 80 minutos le faltó a su equipo y que él enderezó en uno, el 80', con un penalti y una volea acrobática que llevaba al duelo a al prórroga.

De nuevo a tierra con otro mazazo de Messi en el tiempo extra, pero "Donatello" volvió a liderar a su equipo para empatar, de nuevo desde un lanzamiento penalti, forzando así la definición desde los doce pasos.

Kylian Mbappé hizo lo que Francia no pudo, pero no pudo hacer todo. Hasta "O Rei" tuvo algún borrón en su espléndida carrera. Ni el abrazo del presidente francés, Emmanuel Macron, que muchos aseguran que presionó para que se quedara en su equipo, fue suficiente para consolarle.

Posó serio con la bota de oro de máximo goleador del Mundial, molesto casi con recoger una recompensa que no colma su ambición, pocos minutos antes de que Messi recogiera el trofeo que le designa como mejor jugador del Mundial, el que él quería para sí, el que le colocaba en la camino de Pelé.

El brasileño tenía 17 años cuando ganó en 1958 su primer Mundial. Era el jugador más joven que disputaba la competición planetaria que, por entonces, buscaba una notoriedad que ahora le sobra.

Desde entonces, pocos han aspirado a seguir los pasos del "Rei", que, sin embargo, desde la cama del hospital donde se recupera de su enfermedad, a sus 82 años, debió seguir la final y, sobre todo, las gestas de Mbappé.

El francés se ha marcado como meta sentarse a la diestra del monarca. Con todas las dificultades que supone comparar épocas, las mismas que nublan los paralelismos entre Lionel Messi y Diego Maradona, Mbappé transita por la estela que dejó en la historia el brasileño.

Cuando en 2018 Kylian se convirtió en el goleador más joven en marcar en la final de un Mundial desde que lo hiciera la leyenda brasileña en 1958, empezó a mirarse en el espejo de su ídolo. Con disimulada modestia aseguró que "O Rei siempre será el rey" y Pelé respondió con tono de broma que "si Kylian sigue así, voy a tener que desempolvar mis botas".

La admiración es mutua. Unidos por el patrocinio de la misma marca de relojes, ambos posaron juntos para los fotógrafos hace tres años en un lujos salón de un hotel parisino, en el que mostraron una gran complicidad.

Entre abrazos, Pelé le dijo a Mbappé que tiene "un estilo brasileño" mientras que "Donatello" reconocía que el brasileño siempre fue "un ícono" para él.

No se ha prodigado en palabras el astro del PSG desde su llegada a Qatar. Con prisa acudió un día a los micrófonos después de que la FIFA le diera dos avisos. Pero de lo poco que dijo fue que no quería que nada le perturbara su preparación y que esta era "su" Copa del Mundo.

Y estuvo a punto de conseguirlo. Le faltó que Francia rematara la remontada que él urdió, las dos remontadas, mejor dicho, para que la historia se escribiera con otras palabras.

A dos días de cumplir los 24 años, Mbappé ha visto cómo su minuto brillante no evitó su triplete más doloroso. En el camino hacia la leyenda, hacia el astro Pelé, el francés sufrió un revés que tendrá que digerir. La gloria quería esta tarde encumbrar a Lionel Messi. Kylian Mbappé tendrá que esperar.