Entre 2016 y 2019, la policía uniformada ha perdido 74 armas de fuego fiscales, entre las que se cuentan pistolas 9mm, revólveres, escopetas y subametralladoras. Lo preocupante es que a 54 de ellas se les ha perdido el rastro desde comisarías. Desde la institución, lo atribuyen a errores humanos. En tanto, los expertos reclaman que estas armas terminan en manos de bandas delictuales. "Eso no se pierde, eso se vende", señala el presidente de ANTRA Chile.