Se dice que cerca del 30% de las personas movilizadas durante este estallido social son escolares de educación media, adolescentes entre los 14 y 17 años. Muchos de ellos hoy siguen en las calles, dicen que luchando por ellos y sus familias. Detrás de sus demandas hay familias vulnerables y una vida marcada por la desigualdad y el prejuicio.