Algunos de ellos son sobrevivientes de COVID-19 y hoy desembolsan millonarias sumas de dinero para conseguir oxígeno. Con la campaña "Derecho a respirar" buscan que la patología quede cubierta por el GES o la Ley Ricarte Soto. "Es un derecho a vivir tu enfermedad con dignidad", dice uno de los afectados.