Dulia Leiva, junto a su hija Cynthia Miranda, se enfrentaron cara a cara con los nuevos dueños de la propiedad que en primera instancia les fue arrebatada en esta estafa económica que se destapó en 1999. A ocho años de la resolución de la justicia, notaron que hubo un problema por parte de su defensa que podría dejarlas en la calle nuevamente.