Un paciente diagnosticado con el síndrome de Guillain-Barré fue atendido en marzo de 2020 en la Clínica Dávila, pero previo a su ingreso, su sobrino debió firmar un pagaré para la atención médica correspondiente. Actualmente debe $12 millones y acudió a la Superintendencia de Salud para que su situación sea reconocida en la legislación vigente.