La joven de 24 años falleció al interior de un departamento en que estaba con su pololo, un funcionario de la PDI. Ella murió de un disparo en la cabeza percutado con el arma de servicio de su pareja, quien no alcanzó a ser formalizado y fue puesto en libertad. Mientras la familia de Doris apunta a su culpabilidad, él continúa en la institución.