Según la Sociedad Chilena de Ginecología y Obstetricia, el 11% de las embarazadas que son hospitalizadas por el virus tienen un parto prematuro. Respecto de su caso, Verónica asegura que "ninguno pensaba que yo iba a poder sobrevivir a esto", pero afortunadamente salió adelante y luego de dos meses pudo conocer a su hija físicamente.