Una joven de 19 años fue víctima de esta banda delictual luego de concretar un encuentro en una estación de Metro para comprar una polera. Según dijo, le hicieron una seña desde un auto y al acercarse la amenazaron para subir. Horas después, fue golpeada y abandonada en un sitio eriazo tras negarse a entregar sus contraseñas.