Al caso de Diego, el niño de 10 años que pudo reparar su dispositivo tras una exitosa campaña de solidaridad, se suman otros pequeños con necesidades similares. "Yo necesito ayuda", afirma Leslie Díaz, quien cuenta que uno de los aparatos tendría un costo aproximado de $750 mil. Mientras, el otro tendría un valor de más de un millón de pesos.