Estos delincuentes merodean en las afueras de los locales ofreciendo dólares a un menor precio. De esa manera cautivan a sus víctimas y los convencen a acompañarlos a una supuesta oficina. Pero en vez de realizar la transacción, huyen por las escaleras de emergencia de los recintos y desaparecen ante la mirada impotente de los afectados.