Indignación genera el caso de Ricardo Ramírez, que a su edad se ve en la obligación de trabajar para subsistir junto a su esposa. "Hay que pagar luz, agua, gas, todo eso. No nos alcanza. Tengo que estar yéndome como a las 3:30, 4 am para llegar a la hora a Viña, así que el sueño y el frío en el invierno, terrible", relata.