Masivos allanamientos son parte de algunas medidas adoptadas para el combate del crimen organizado desde el interior de las cárceles, permitiendo el hallazgo de inéditos objetos utilizados para continuar delinquiendo e incluso cartas que demuestran su contacto con brazos operativos del exterior.

El ministro de Justicia, Luis Cordero, expuso que "hemos pasado entre diciembre del 2021 a junio de 2024, de 39 mil personas privadas de libertad a 57 mil, es un aumento del 44%".

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Mientras que el coronel Víctor Provoste, subdirector operativo, destacó que ha existido "un aumento de población penal principalmente extranjera, con una forma de delinquir distinta. Nos enfrentamos a una población más joven, más refractaria y sin ningún respeto a la vida humana".

Hallazgo en celdas

En imágenes exclusivas mostradas por CHV Noticias, se pudo observar cómo se llevó a cabo un allanamiento a las celdas de Los Gallegos en la cárcel de Arica, permitiendo el hallazgo de diversos elementos, tales como una llave de esposas.

Incautaron además 7 celulares con valiosa información y un libro contable que permitió identificar que sus operaciones no se detuvieron pese a estar detenidos.

Mario Carrera, fiscal regional de Arica y Parinacota, explicó que "en esos libros se dejaba registro incluso de la entrega de dinero a personas que estaban al interior de la cárcel".

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"Evidentemente eso demostraba que el grupo seguía operando con sus integrantes al interior de la cárcel y eso además se refrendaba con que ciertas cuestiones no se ejecutaban sin una orden previa desde la cárcel", añadió.

De hecho, como quedó en evidencia, parte del dinero era destinado para la comida de una de las madres de una reo integrante de Los Gallegos. Pero este caso no es el único.

Carta con amenazas

En la cárcel de mujeres de Arica se encontró una carta de amenazas dirigida a funcionarios y otros reos, la cual decía lo siguiente:

"Aquí le voy a mandar los nombres de los 3 policías que nos están acusando para que Frank los trabaje y declaren a nuestro favor, que los pongan de nuestro lado (...) y les voy a pasar dos nombres de los chamos que cayeron con nosotros para que Frank los ponga a que digan la verdad y que las pistolas son de ellos, que los atormente y no les deje ni dormir".

De acuerdo con el fiscal Carrera, esto "fue una situación donde una de las personas ejercía su derecho a comunicarse con el exterior, estábamos todavía en pandemia" y quedó al descubierto por una gendarme que se percató de algo extraño que ocurría.

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En concreto, esto permitió también establecer que "había comunicación con brazos operativos de la banda hacia el exterior", dijo el persecutor.

Cabe señalar que Los Gallegos llevan cuatro meses de juicio y que se podría extender hasta diciembre de este año. Un caso histórico que tiene por primera vez a una banda del crimen organizado en su totalidad enfrentando un proceso.