Claudia Conserva revela inéditos detalles de terapia con monjes brasileños tras diagnóstico de cáncer
La comunicadora comentó que se reunió en sueños con un médico fallecido que fue enviado por un templo de Río de Janeiro.
Lunes 25 de noviembre de 2024 | 11:56
Claudia Conserva reveló en el 2022 que sufrió de un agresivo cáncer de mama, desde entonces la presentadora de televisión ha confesado parte del duro proceso por el que pasó.
Ahora, reveló detalles inéditos de una terapia alternativa que tomó con monjes brasileños, quienes son conocidos como guías espirituales que sanan a la distancia, mientras se realizaba quimioterapia.
Claudia Conserva revela detalles
Durante el programa Viaje a lo insólito, Conserva recordó el momento en que un amigo brasileño le dio a conocer esta práctica espiritual que se realizaba desde el Templo Tupyara, en Río de Janeiro.
"Cuando tú tienes un diagnóstico, con un pronóstico tan malo, que es un cáncer de mama triple negativo, y sabes que lo único que te puede salvar es la quimioterapia, yo dije… estoy abierta a cualquier cosa (…), lo peor es que quede igual, que me muera igual. Decidí creer", partió contando la comunicadora.
Sin conocer mucho de esta terapia, Claudia aceptó ser visitada en sueños por Ceferino, un médico fallecido que sería enviado por instrucción del templo Tupyara.
Recordando la sanación de este monje, indicó: "Yo quedé como con cariño hacia don Ceferino, y yo le dije a mi familia que me convertí en una vikinga en el sueño".
Desde ese momento, Conserva empezó a pintarse como las guerreras antiguas cada vez que iba a sus quimioterapias, la misma clase de luchadora en la que se convertía mientras combatía el cáncer en sus sueños.
"Para mí era todo un panorama juntarme con don Ceferino. Iba, me acostaba, entonces empecé a conocerlo más. Me contactó con gente, me trajo de sorpresa a mi papá muerto, mi tía, y seguía trabajando en esta zona que le había indicado. Era muy feliz juntándome con este señor", aseguró la presentadora.
Por esto mismo es que para ella fue difícil decirle adiós al monje. "Cuando llegó el último martes de curación, yo estaba media deprimida (...) me metí a la cama de blanco, lo esperé, me abrazó, me miró a la cara y me dijo textual: 'mantenga la calma, esto va a pasar, pero tenga paciencia, todo va a estar bien'. Yo sabía que me estaba despidiendo de este hombre y que no lo iba a ver nunca más", reconoció con pesar.