Cuarentena literaria: Así aprovechan el encierro los escritores chilenos Hernán Rivera Letelier y Jorge Baradit

Fueron best seller en las románticas y ya casi en desuso novelas de papel, antes de que millones de fanáticos conocieran sus historias a través de películas y series de televisión.

Primero fueron las historias de J.R.R. Tolkien (El Señor de los Anillos), ahora lo es el mundo mágico que nos tenía en suspenso cada domingo en los capítulos estreno de Game of Thrones, novelas escritas originalmente por George R.R. Martin a mediados de los '90 y adaptadas a la pantalla chica en el 2011.

Es este último, el célebre escritor y guionista estadounidense, quien volvió a despertar el hambre de millones de seguidores del mundo de Westeros, anunciando en su blog que aprovechará la cuarentena por el COVID-19 para por fin terminar Vientos de invierno, el sexto y último libro de la saga Canción de hielo y fuego.

Escritores en cuarentena

Así como Martin, en Chile el panorama no dista mucho del resto del planeta y nuestros escritores y novelistas también dan rienda suelta a la creatividad en este período de cuarentena.

Se define como un "omnívoro" de la lectura, ya que "consume" todo tipo de novelas y autores. Hernán Rivera Letelier nos contó cómo es el proceso creativo en tiempos de cuarentena por el COVID-19.

"Yo solo necesito tener una idea en la cabeza y comienzo a escribir, lo hago siempre encerrado en mi casa de Antofagasta. Ahora, por ejemplo, acabo de terminar una nueva novela, que partí escribiendo en Cuba y que será la cuarta parte de la que era hasta ahora la trilogía policial (tituladas La Muerte es una vieja historia, La Muerte tiene olor a pachuli y La Muerte se desnuda en La Habana), y ya tengo una segunda de 240 páginas aún sin título, siempre en cuarentena creativa desde las 5 de la mañana hasta las 10 de la noche", afirma el autor de la popular novela La Reina Isabel cantaba rancheras.

Sin embargo, otros autores necesitan estar en contacto con el mar, los parques, el desierto, la montaña, los lagos y los ríos, entre otras maravillas de la naturaleza, para comenzar a tallar las hojas de una nueva novela.

El escritor nacional Jorge Baradit arrendó una oficina en 2019 para comenzar a elaborar sus próximos proyectos literarios. Sin embargo, no esconde que su lugar favorito es su casa.

"Puedo escribir en cualquier lugar, menos en mi escritorio. En la cama, en el suelo en el sillón; me da lo mismo, las cosas están en mi cabeza. A veces me ayudo con música, pero debe ser monótona y estimulante: Throbbing Gristle, Cabaret Voltaire, Pink Floyd, NIN... necesito ruido, estático y cuestiones aleatorias que me ecualicen el tren de pensamiento. Mi cabeza habla mucho y necesito entumecerla con algún mantra electrónico, al principio experimenté hasta con estática de onda corta", ríe al contar el también historiador.

Termina con una frase muy elecuente: "la hoja en blanco es para rayarla y después ir viendo si hay algo que se pueda utilizar. Me considero un obrero, no un artista afectado".

En general, esta cuarentena parece sentarle bien a la literatura chilena y a la del mundo entero. Un disco pare a la velocidad frenética de la vida que, por ahora, da un respiro. Algo que aprovechan guionistas, escritores y novelistas en todo el orbe.