El mea culpa de Jani Dueñas tras su fracaso en Viña: "Probé la rutina sólo con gente que piensa igual que yo"

Han pasado algunos meses desde la presentación de la comediante Jani Dueñas, en el festival de Viña del Mar. Esa noche vestía de negro, tenía un trago en una de sus manos. Eran sólo ella y un micrófono en medio de la Quinta Vergara: tenía que hacer reír.

La memoria colectiva tiene claro una cosa: No lo logró. Las pifias se tomaron el recinto y la mujer voz de 31 minutos y la Divina Comida, continuó el fallido show.

"Estaba muy arriba. Y uno cae tan fuerte como de la altura donde está, nomás", dijo a Revista Sábado la comediante que hasta antes de esa noche se desempeñaba dando stand up en bares de providencia, como el Comedy.

La mujer que estudió Artes Plásticas en la Universidad de Chile y luego se cambió a Teatro, pasó por varios escenarios antes, como el Cachafaz, la SCA, Vía X, el Club de la Comedia y otros, llegando incluso a Netflix. 

Cuando a la actriz le sonó el teléfono para ser invitada a Viña del Mar, ella pensó: "Yo había sido la comediante del año; entonces, no podían no ofrecérmelo. Pero ahí me doy cuenta: nada te garantiza que te va a ir bien en un lugar donde no sabes a lo que vas".

Después del llamado, Dueñas contó que habló con sus amigos de 31 minutos, con Álvaro Díaz, Pedro Peirano, Pablo Ilabaca. "Por fin te llamaron, te va a ir increíble", le decían, añadiendo cosas como "¡cómo te va a ir mal, anda!". 

Dueñas cuenta que dos días después habló con su par, Fabrizio Copano: "'Anda, te va a ir increíble. Haz lo mismo de Netflix y te va a ir increíble'. Recibí toda esa energía y dije, ya po', hagámoslo. A lo más, me imaginé que iba a pasar sin pena ni gloria, que la gente me iba a recibir de manera tibia. Pero el festival de pifias no me lo esperaba".

Dueñas compara lo que le pasó con un "choque en moto contra un árbol. O correr una maratón, llegar a la meta y que te agarren a patadas". Asume que estaba en shock.

Al describir cómo se sintió en el escenario, Dueñas es clara: "Como el hoyo". Prosigue: "Es atroz. Es un mar de rechazo y de violencia. Cuando me bajé estaba eufórica, con una adrenalina muy rara que me duró hasta que me quedé dormida.  Mi manager me fue a buscar al escenario con cara de funeral, y yo echando la talla: '¡Loco, qué heavy lo que pasó!'. Yo creo que estaba en adenalina profunda", recordó.

Jani recuerda lo que dijo tras el escenario: "¡Cómo se te ocurre ponerme después de Marc Anthony! Ja, ja, ja... ¿Queda Whisky?", preguntó riendo.

La comediante hizo su autocrítica: "Yo no me preparé para el festival. Preparé una rutina que sentí era un poquito más transversal que la que hago siempre. No hice festivales. Hice sólo bares. No hice shows grandes, y probé la rutina sólo con la gente que me va a ver siempre, que es gente que piensa igual que yo. Ese fue mi error. No saber a lo que iba".

La comediante contó que no se asesoró con guionistas y sus cercanos tampoco se lo recomendaron. No obstante, cree que el problema no fue la rutina.  "Los errores fueron más profundos. Debí tranzar en cosas que no quería. Me arriesgué, pensando ingenuamente que iba a haber un público que iba a cacharme más la onda. Cuando sentí los primeros signos de rechazo, los rechacé a ellos también. Los rechacé por rechazarme".

Jani recuerda también que no fue empática: "Mi reacción no fue: 'Pucha ¿por qué son tan malos conmigo?". Sino que fue: 'Qué les pasa, pesados de mierda ¿por qué son así conmigo si no soy tan mala onda?'".

Respecto a un encontrón político que tuvo con el diputado Renato Garín (ex Revolución Democrática), por usar su rutina para caricaturizar al Frente Amplio, tomando a Jani Dueñas como una símbolo de la burbuja "hipster", Dueñas comentó: "Eso me cargó. Entiendo que para la gente yo sea una burguesa culiá', entiendo que la gente me relacione con el Frente Amplio porque soy amiga de Giorgio (Jackson) y Gabriel (Boric), y vivo en Providencia. Pero se me ha puesto como representante de algo que ni yo misma quiero reperesentar".