Horacio de la Peña por imitación de Kramer en Viña: “Si me cobrara, yo le pagaría porque me publicita”

El pasado domingo en el Festival de Viña se presentó Stefan Kramer, donde imitó a decenas de figuras del espectáculo y el deporte.

Uno que volvió a aparecer en su rutina fue Horacio de la Peña. Mientras el comediante estaba caracterizado como Nicolás Massú, por detrás se escuchaba el relato del trasandino (con la voz de Kramer).

Consultado por Las Últimas Noticias sobre qué le parece que vuelva a aparecer en una rutina del destacado imitador, indicó que “me gustó mucho”.

“El tipo me hizo marketing gratis y se lo agradecí. Si Kramer me cobrara por la imitación, yo le pagaría porque me publicita”, aseguró.

Por mismo, explicó que no le molesta que destaque su “voz de pito”, ya que “a otros que imita los tira a partir por cosas mucho más relevantes”.

En la entrevista, el actual comentarista de Tenis también habló sobre el momento que vive el país tras el estallido social. Aquí, el trasandino se declaró un como un “tipo totalmente antiviolencia y no entiendo que razón hay en destruir cosas”.

Pese al rechazo que le generan las acciones de algunos manifestantes, asegura que “si fueran dos personas que alegan por algo no sería importante. Pero si, como ha pasado en Chile, son millones los que están en contra de algo, quiere decir que hay que hacer cambios”.

Como ejemplo, mencionó el caso de la colusión de farmacias, indicando que “un remedio que cuesta 20 lucas, en realidad cuesta dos lucas como genérico y a la gente no se lo dicen”.

Consultado por la posibilidad de volver a su país, su respuesta fue clara: “En Argentina es imposible vivir. Es de locos. Sea el gobierno que sea, de Macri o de Fernández, es un país que sólo le da opciones a los de siempre, a los poderosos y a los políticos”.

Los inicios con “Fer”

De la Peña también recordó sobre cómo fueron sus inicios como entrenador con Fernando González. “A Fer lo vi por primera vez en el ATP de Buenos Aires y me tocó estudiarlo porque era rival de mi pupilo, Franco Squillari. Lo vi con un potencial desordenado, muy grueso de piernas, con un gran derecho, pero con poco patrón de juego en los saques y con un revés poco trabajado”, explicó.

Fue el padre del tenista quien se acercó al Pulga para que fuera el coach de su hijo. En ese momento, el chileno se encontraba en el puesto 186° del ranking ATP.

Ahí contó que Feña no tenía muchas ambiciones y que, en primera instancia, su deseo máximo era “ganar el ATP de Viña…seis meses después lo ganó”. “En un año fue 16 del mundo. Había potencial, claro que sí”, finalizó.