Las vacaciones de Yann Ivin con -30° en Canadá: “Uso dos pantalones, con uno se congela rapidito todo”

Mientras muchas personas eligen paradisiacos territorios para pasar las vacaciones, otros optan por alejarse del sol e ir a lugares donde las temperaturas son considerablemente más bajas que en Chile.

Alejado de las playas, el bronceado, el sol y todos los condimentos, el chef Yann Yvin se fue hasta Montreal, una de las ciudades más grandes e importantes de Canadá para pasar unos días.

En dicho lugar se está viviendo un brutal invierno con temperaturas bajo cero que obligan a abrigarse hasta las últimas partes del cuerpo, aunque el cocinero dijo estar gozando del panorama.

Lee también: Hernán Calderón tras pasar más de dos meses en la UCI por COVID: “Pensaba que hasta aquí no más llegué”

En entrevista con Las Últimas Noticias, el ex jurado de importantes programas de televisión como Oye al Chef, afirmó que “uno ya está acostumbrado al frío. En una zona de Quebec (más al norte del país) se registraron 42 grados bajo cero, pero acá está más cálido”.

En referencia a qué sería un poco más “cálido”, Yvin aclaró que “el martes en Montreal tuvimos -33°", aunque eso no es impedimento para que cada persona salga a hacer sus actividades.

“Yo ese día me saqué fotos, que fue algo muy tonto que hice: como uno se saca los guantes y se destapa un poco, como en 10 segundos a uno se le congelan los dedos y la cara. Uno se congela al instante”, comentó.

Lee también: “Es una joya”: Mon Laferte estrenó concierto en Tiny Desk luciendo su embarazo

El también empresario y dueño de restaurantes, enfatizó en lo fundamental que es abrigarse. “Hay que protegerse mucho las extremidades: la cabeza, las piernas, manos y pies. Eso es lo más importante. La ropa que uno se pone en el cuerpo debe ser con pluma de ganso, que soporta muy bien el frío”, sostuvo.

Debido a esto es que confesó que “uso dos pantalones, porque con uno se congela rapidito todo allá abajo. Los zapatos son importantísimos también, deben ser muy buenos. Creo, eso sí, que acá hay que abrazar al frío, uno se termina acostumbrando”.