Polimá Westcoast y los altos y bajos del trap chileno: "Lo que nos toca vivir es muy fuerte"
CHV Noticias conversó de forma íntima con el cantante urbano de 24 años, quien al considerarse el "primer negro chileno", relata cómo vivió su infancia en medio de la discriminación y el prejuicio. A su vez, reflexionó sobre lo que ha tenido que dejar de lado por su carrera. "Estoy luchando para poder llegar a sonar en las radios del planeta entero", sostuvo.
Martes 7 de junio de 2022 | 20:15
"Mi proceso creativo es sin alcohol ni drogas. Siento una adrenalina que me impulsa. Salto en todas las canciones, igual como lo hago en los shows. Es una especie de euforia", dice Polimá Westcoast, marcando una distancia con otras figuras de su género que han sido acusadas de incentivar el uso de sustancias ilegales y resaltando la principal razón que lo une a Young Cister.
A dos años de su distanciamiento, hace pocas semanas ambos referentes del trap hicieron las paces, en un histórico reencuentro para sus seguidores. Los ex Broke Boyz compartieron en el inicio de sus carreras, y aunque tuvieron algunos encontrones que los hicieron llevar caminos separados, la amistad fue más fuerte.
De hecho, el mismo "Poli" afirma que junto a Esteban Cisterna "siempre fuimos los mejores amigos". "Tenemos muchas cosas en común que nos hacen ser lo que somos ahora y el tiempo nos dio la oportunidad de crecer independientemente y de valorar nuestra amistad. Creo que fue necesario y tenía que ser así todo lo que pasó", acota.
La conexión que sienten en la vida se traspasa al estudio cuando ambos trabajan en temas en conjunto: "El proceso compositivo de grabar con el Cister me encanta. Ambos lo disfrutamos, porque es como una fiesta para nosotros. Es como nuestro carrete. Tampoco es que salgamos a una disco a disfrutar. Nuestro disfrute es en el estudio, creando juntos, porque saltamos, bailamos y cantamos. Creo que esas son cosas que extrañaba mucho de él".
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"Tenemos influencia y tiene que ser positiva"
En medio del éxito por los resultados del single Ultra Solo, el artista urbano le pone el pecho a los prejuicios que siguen enfrentando él y sus colegas por el contenido de sus letras. Como ha dicho en otras entrevistas, frente a las cámaras de CHV Noticias insiste en que hay cantantes que ensucian el trap.
"No piensan en las próximas generaciones, ni en quién te puede estar escuchando. Ellos no saben lo que generan en lo más chicos y yo creo que los cantantes tenemos una responsabilidad, porque movemos una masa de personas. No somos influencers, pero nosotros tenemos influencia y creo que tiene que ser positiva siempre, porque uno nunca sabe la repercusión que va a tener en el tiempo el acto que hiciste", afirma desde los jardines de un canal privado, donde ha tenido que responder preguntas desde cómo se pronuncia su nombre, a la controversia por el golpe de Will Smith a Chris Rock en la ceremonia de los Oscar.
En esa misma línea, el compositor llama a sus pares a dejar de incentivar el uso de drogas y armas de fuego: "No creo que haya que mostrarlas. Para hacer un videoclip hay mil maneras. Puedes actuar, ser un chef, manejar un avión o un barco, tirarte en paracaídas, lo que sea. No sé porqué recaen en lo mismo siempre. En las drogas y esas cosas. Me gustaría que se eliminara por completo el uso de alcohol y drogas combinado con la música urbana. Yo no quiero que mi hermano chico ni las próximas generaciones caigan en eso y vivan en ese ambiente, porque se les va a perder la vida y pierden parte de su espiritualidad".
"Yo siempre intento que mi música genere una buena repercusión en el tiempo. Mi música es muy natural y muy real. Ultra Solo, por ejemplo, penetra más allá de algo superficial. Esa sensación genera mi música y es justo lo que yo siempre quise hacer. Quiero que mi música nutra el espíritu de las personas y se sientan mejor escuchándome, porque cuando yo estoy triste, la música me ayuda mucho", manifiesta.
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"Quiero dejar una huella"
Precisamente uno de los momentos más duros de su vida fue cuando falleció su abuelo, quien asumió el rol paternal en su familia cuando su padre abandonó a su madre y a él junto a sus 12 hermanos.
"Él fue una de las personas más importantes en mi vida y hacía poesía, pero nunca las publicó", declara un conmovido Polimá, narrando que "él me hizo muchas poesías, que de muy chico me hacían llorar".
"Yo no sabía por qué lloraba cuando lo escuchaba... y es la interpretación, lo mismo que él me quería hacer entender con sus palabras yo lo quiero hacer con mi música. Él siempre ha sido muy importante para mí, sobre todo lo que dejó: la escritura, porque cada palabra es tan importante, porque puede cambiar la vida de otra persona", relata, asegurando que ha utilizado algunas prosas de su abuelo en sus canciones.
Pensando en su infancia y en los momentos junto a quien asumió el rol de padre, explica que con su música quiere generar un cambio en el mundo: "Quiero que cuando se encuentren conmigo tengan un giro y se sientan mejor".
Según dice, ese es el objetivo principal del nuevo disco en el que está trabajando de la mano con Sony Music y del que ya se conocen Ultra Solo y Sextime. Aunque aún no quiere revelar el nombre del álbum, adelanta que "cuando la gente lo vea se va a encontrar con todo lo que me ha pasado últimamente. He trabajado mucho en él y quiero que deje una huella para siempre en el espacio-tiempo. Estoy buscando que la gente me conozca puramente en todos mis aspectos, porque siento que no me conocen mucho y si lo hicieran, la manera en que ven sería distinta".
"Soy el primer negro chileno"
Una de las cualidades que Polimá resalta sobre su figura es que es uno de los primeros afrochilenos, al ser su padre de Angola y su madre de Chile : "Aunque suene un poco desde el ego, yo siento que soy único, porque me siento muy conectado con lo espiritual y con Dios y porque soy el primer negro chileno".
"Mis hijos y mis próximas generaciones también lo van a ser y va a ser algo que va a quedar en la historia. Por eso, siento que lo que hago ayuda mucho a la gente de Venezuela, Haití y Colombia que llega a Chile y a mucha gente afro. Creo que por ahí va mi lucha, por la instauración de la gente afro en el mundo", señala.
—Te criaste con muy pocos afros en Chile. ¿Cómo fue tu infancia? ¿Cómo era ser Polimá a los cinco, 10 años?
—Gracias a Dios, me topé con mucha gente buena. Por más que alguien intentara faltarme el respeto, yo decía que no había necesidad. Entonces, al yo no actuar con violencia, apaciguaba esa situación. Hay gente que me ha tratado pésimo, pero siento que desde pequeño mi mamá me crio de manera de no sentir odio ni rencor a nada. Entonces, cada vez que me pasaba algo que podía hacerme mal, buscaba y busco lo positivo, y trato de no quedarme con eso. Además, fueron muchas más cosas positivas las que me pasaron, que jamás voy a olvidar y que me han hecho sentir un amor muy genuino.
Lo que sí le ha afectado al artista de 24 años ha sido perderse parte del crecimiento de sus 11 hermanos y reconoce que dividir su tiempo entre su trabajo y su familia no ha sido fácil: "Siento que estoy ahí por todos lados tratando de ser bueno con todos y eso es muy difícil".
Polimá hace una dura crítica al referirse a la industria en la que participa: "La gente que está detrás del negocio musical a veces ensucia mucho la situación, porque entre artistas nos entendemos y sabemos lo que es, pero entre productores a veces no y se generan injusticias. La industria musical es un poco turbia, no es muy bonita. Yo quise ser cantante no por negocio, sino por vocación y por la pasión que me levanta todos los días y lo que nos toca vivir es muy fuerte. Estamos en boca de todos y todos los días tienes que ser mejor que ayer, entonces esa presión es difícil, porque tienes que hacer una mejor canción que la anterior, luchar por tu familia, sacar a tu mamita del barrio".
Sobre las complicaciones en su vida y los contratiempos del desarrollo de su carrera, el cantante urbano admite que "yo lloro mucho, porque me pasan cosas fuertes y tengo misiones gigantes que la gente no sabe".
"Lo que puedo lograr ahora no tiene límite"
Aunque indica que con el trap ha pasado altos y bajos, asegura que la música es su vida, ya que incluso cuando no está componiendo, constantemente está pensando en realizar nuevos "hitos", que espera, en algún momento lo lleven al Festival de Viña y a grabar su colaboración soñada con Bad Bunny, a quien dice admirar.
Por su dedicación y amor al género, descarta que se trate de un boom que en algún momento decaiga. "Esto va a ser por siempre. Cuando yo deje de estar aquí, mi música va a seguir y seguir", sostiene convencido, explicando que "el tiempo nos fue dando la credibilidad ante la gente y son ellos mismos los que siguen escuchando esto".
"Ahora estamos representando a Chile en la música. Así como el Duki representa a Argentina, nosotros representamos a Chile. Y va a salir global, va a ser gigante. Vamos a llenar estadios nacionales", proyecta.
"La música chilena es lo que más se consume. Aparecen noticias de nosotros en todos lados y eso ha cambiado mi forma de pensar y la manera en que veo como la música y las cosas que puedo lograr ahora no tienen un límite. Podría estar donde quisiera y es por lo que estoy luchando ahora, para poder llegar a esos niveles y sonar en las radios del planeta entero", cierra.
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