Sebastián Bisbal, el chileno en la lista corta de los Oscar: "Hacemos milagros con una fracción del presupuesto"
Con una larga e interesante trayectoria que comenzó el 2003 con sus estudios de Dirección Audiovisual en la Universidad Católica, el cineasta rancagüino forma parte de la 'shorlist' de los Premios Oscar, gracias a su trabajo como Jefe de Animación en el corto estadounidense More Than I Want To Remember, disponible en Paramount+.
Jueves 22 de diciembre de 2022 | 22:12
La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas publicó este 21 de diciembre su lista corta de los trabajos preseleccionados para sus prestigiosos Premios Oscar 2023.
Esta selección, conocida como 'shortlist' en inglés, sirve para reducir el número de candidatos para ser nominados y solo involucra a diez categorías, entre ellas, la de Mejor Corto Animado.
Y, como dice el dicho de siempre hay un chileno, el cineasta rancagüino Sebastián Bisbal figura en esta última gracias a su trabajo como Jefe de Animación del corto animado More Than I Want To Remember.
En conversación con CHV Noticias, el audiovisual repasó su trayectoria y reveló cómo fue su reacción al enterarse de la noticia que, nuevamente, sitúa al talento chileno dentro la premiación más importante del séptimo arte.
"En Chile hacemos milagros"
—En un principio, se dijo que ningún chileno estaba presente en la lista corta a los Oscar. Sin embargo, ahora sabemos que eres el jefe de animación de un corto que está entre los nominados. ¿Qué siente al obtener este reconocimiento?—La noticia se sintió con mucha alegría. Estábamos todos expectantes por la publicación del listado, porque el listado es muy secreto. Entonces no hay filtraciones, de hecho, nadie sabe nada hasta que se publica a través de los medios oficiales de la Academia. Así que estuvimos prácticamente todo el día apretando el navegador para saber la lista corta.
Sí, fue una noticia increíble, sobre todo por la importancia de la historia. Lo necesario que es para el momento que estamos viviendo y también porque, bueno, también tiene estas cosas como medias agridulce. Porque nos hubiese gustado a todos en el equipo estar celebrando juntos, porque yo en estos momentos estoy en Rancagua y estamos todos esparcidos por muchas partes.
—Mencionaste que estás en Rancagua. Eres cineasta y has participado en un sinfín de proyectos audiovisuales, incluyendo uno con el reconocido arquitecto Alejandro Aravena. ¿Quién es Sebastián Bisbal? ¿Dónde te formaste y de dónde provino tu pasión por el séptimo arte?
—Yo desde chico he sido fanático de la animación. Me crié viendo Cartoon Network. Estudié Dirección Audiovisual en la Universidad Católica y después hice mis primeras aproximaciones con la animación. También hice un programa de intercambio en la Universidad de Texas, que fue donde hice mi posgrado en Realización Cinematográfica. Pero, profesionalmente, me he dedicado a la animación y a la gráfica audiovisual desde el 2008.
Llegué a trabajar con Alejandro Aravena y Smiljan Radict haciendo videos de arquitectura con ellos. Esa experiencia fue súper buena, porque fue para la exposición de la oficina de Alejandro en la Bienal de Venecia del año 2012. La cosa es que, una vez finalizado el máster, con una amiga nos juntamos a realizar un documental animado, mi amiga Shelby Hadden que también es directora. Ella se acercó porque quería contar una historia personal y quería que yo lo animara y ahí nos asociamos e hicimos este documental animado que se llama Tightly Wound, que terminamos el año 2018. De hecho, fue adquirido por el grupo mediático Condé Nast y está en su plataformas de YouTube en sus canales de Youtube. Si no me equivoco, hasta ayer, el documental tenía creo que un poquito más de 4 millones de visitas.
—Sabemos también que la presencia de chilenos en las nominaciones de la Academia ha tenido un importante y sostenido aumento con el paso de los años. ¿A qué atribuyes que una industria tan pequeña se esté abriendo paso entre las, denominadas, grandes ligas?
—El lugar donde estudié es muy parecido a la realidad chilena, que es la comunidad de cine de Austin, en Texas. Por lo tanto, el mundo también es pequeño ahí. Y, como académicamente vengo del mundo del cine, pero profesionalmente vengo del mundo de la animación, siempre me llamaban amigos o colegas diciendo "necesitamos un animador en este proyecto" y respondía algo como "ya, obvio, lo hago yo". Entonces (de a poco) me fui metiendo en estos proyectos.
A pesar de que somos una industria pequeña acá en Chile, también diría que estamos posicionados sobre hombros de gigantes. O sea, tenemos victorias. Pocas, pero tenemos victorias que han posicionado a Chile en el mapa del mundo dentro de lo que es el concierto audiovisual. Todo lo que ha hecho Fábula, o el Oscar que ganó Una mujer fantástica de Sebastián Lelio. También todo el trabajo que ha hecho el gremio de la animación en Chile.
El hecho de que Historia de un oso haya ganado el Oscar nos puso en el mapa. Y ahí se mostró que hay mucho talento, muchas ideas, muchas capacidad de ejecución y capacidad técnica, que es bastante importante. Y que acá se pueden hacer milagros con una fracción del presupuesto que tienen en Estados Unidos. Entonces, eso en los grandes mercados siempre les llama la atención. Lo mucho que se puede hacer acá en Chile, como también la frescura de las ideas y el conocimiento que hay.
—En Twitter mencionaste que el corto fue animado casi en su totalidad en nuestro país. ¿Nos podrías contar más sobre aquello?
—Este corto es la historia personal de Mugeni Ornella, que escapa de la violencia tribal del Congo y llega como refugiada a Estados Unidos. Entonces, su viaje consiste más que nada en encontrar a su familia, porque ella escapa de una redada, pierde a su familia y no la ve como varios años. Entonces, Amy, que es la directora, se juntó con Mugeni, la entrevistó y sacó esta historia. Después de eso, Amy consiguió trabajar con Maya Edelman, que es una animadora e ilustradora con un currículum espectacular.
Maya, de alguna forma, diseñó visualmente la película. Hizo los storyboards, el animatic, también organizó el ritmo e hizo las ilustraciones que después nos llegaron a nosotros, que eran estos archivos así como de Photoshop. Y eso teníamos que animarlo acá con el equipo. Entonces, mi función fue recibir los archivos y distribuirlos a los animadores. También me tocó animar a mí. Y ahí estuve dirigiendo al equipo, que fuimos cuatro en total: Paula Tapia, Catalina Echeverri, Catalina Silva y yo.
More Than I Want To Remember: Una historia sobre humanidad
—¿El corto es ficción o realidad? Pregunto porque es una historia sumamente emocional y que habla de la resiliencia de salir adelante aunque el mundo se esté derrumbando.
—Es realidad. Es de estas historias tan increíbles que muchas veces parece que fuera como guionizada o algo así, pero no, es 100% real. Estas cosas le pasaron a Mugeni. Uno no puede creer por lo que pasó ella. Todo lo que fue estar abandonada, por ejemplo, después del asedio a su aldea, cómo ella tuvo que llegar a otros lugares de África y de ahí, a través de la ONU, llegar a Estados Unidos en calidad de refugiada.
Entonces, es bien interesante esto, porque el formato documental animado es un formato que expande la realidad de una manera bien interesante. Por ejemplo, cómo cuentas una historia audiovisualmente cuando no tienes el material, cuando no tienes en los archivos. Entonces, la animación, de alguna manera, permite acceder a esa realidad de una manera más introspectiva, tal vez más abstracta también.
—Los motivos sobran y ha quedado súper claro pero, ¿Por qué ver More Than I Want To Remember en Paramount+?
—A nivel mundial estamos teniendo debates bastante difíciles sobre la inmigración, donde las emociones son muy fuertes. Es importante porque le da una cara a toda esta historia. Le da una cara y una voz. Entonces, a la larga, es un relato que da humanidad a un problema que es político, humanitario, económico y de todo tipo. Independiente de las posturas que uno pueda tener políticamente con respecto al tema, es una historia que es necesario que todo el mundo vea para que puedan conocer la historia que hay detrás de estas cifras. Que muchas veces se ven y están desprovistas de humanidad.