¿Qué hacer en caso de ahogamiento por inmersión?

Las vacaciones de verano son la instancia más esperada por muchos para desconectarse del trabajo y pasar el tiempo en familia. Justamente en dicha instancia, es la más propensa para que ocurran ciertos accidentes en playas o piscinas.

Según un informe entregado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), los ahogamientos son la tercera causa de muerte por traumatismos no intencional en el mundo. Incluso, se calcula que, en el mundo, mueren cerca de 360.000 personas cada año.

Mientras que Chile no es la excepción. El ahogamiento por inmersión es la segunda mayor causa de muerte accidental en niños de 1 a 4 años, y la tercera en personas de 5 a 19 años. Estos se producen mayoritariamente en piscinas (25,2%), en ríos (20,3%) y lagos (18,9%).

Al respecto, el Dr. Rodrigo Araníbar, médico cirujano del servicio de Urgencias de Nueva Clínica Cordillera, indicó que lo primorial para estos casos es la prevención.

“Los menores deben siempre, bajo cualquier contexto, estar acompañados por un adulto capacitado que lo esté vigilando en todo momento. Hay ocasiones que uno puede observar cómo algunas personas están más preocupadas de mirar el celular que de la vigilancia del menor. Es justo ahí donde hay que tener ojo, basta unos segundos para que se produzca una tragedia”, indicó el profesional.

Ocurrida la inmersión por un tiempo prolongado, el especialista señaló que “deben retirar a la víctima del agua cuanto antes y llevarlo a un lugar seguro- apoyándolo de preferencia sobre una superficie lisa e iniciar maniobras de reanimación básicas (BLS). En caso de que la persona no respire, iniciar ventilación boca a boca. Proteger siempre la columna cervical si se sospecha una lesión. No debe comprimirse el abdomen (maniobra de Heimlich). Si se demuestra ausencia de pulso, comenzar masaje cardíaco”.

Paralelo a ello, el doctor destacó que es importante activar un sistema de emergencias para proveer rescate medicalizado. En caso de que la víctima recupere la conciencia, deben girar la cabeza para que la salida espontánea del agua sea hacia el exterior.