Investigación científica reveló que por cada completo que se come, se pierden 36 minutos de vida

Una investigación científica publicada en la revista Nature Food, logró determinar el directo impacto de la comida con respecto al tiempo de vida saludable ganado o perdido.

En ese sentido, el estudio señala que por cada completo que se come, un individuo pierde 36 minutos de vida. Los investigadores de la salud de la Universidad de Michigan son los responsables de este descubrimiento que causó sorpresa entre los fanáticos de esta famosa preparación.

Los especialistas construyeron un índice que puede calcular la carga neta de salud perjudicial o beneficiosa, basado en un estudio llamado Carga Mundial de Enfermedades, que puede medir la morbilidad relacionada con las elecciones alimentarias.

En ese sentido, los "hot dog", como se les conoce en Estados Unidos, fue el principal alimento analizado. Los 61 gramos de la carne procesada disminuiría tu tiempo de vida en 27 minutos. No obstante, si le sumamos algunos ingredientes altos en sodio y ácidos grasos, el minutaje final ascendió a 36.

"Estudios previos que investigan dietas saludables o sostenibles, a menudo han reducido sus hallazgos a una discusión de alimentos de origen vegetal versus alimentos de origen animal, estigmatizando a estos últimos como los menos nutritivos y sostenibles”, indica el estudio.

El experto en salud ambiental Olivier Jolliet, comunicó que por ejemplo, comer una "alita de pollo", solo restaría 3,3 minutos de vida, sin embargo, incorporar alimentos a la dieta como maní o salmón, podrían aumentar tu esperanza de vida en 26 y 16 minutos respectivamente.

Finalmente, las recomendaciones de los profesionales es que se debe sustituir el 10% de la ingesta calórica diaria de carne, por una mezcla de frutas, legumbres, nueces, mariscos o vegetales. Lo anterior, podría generar 48 minutos adicionales de vida.

Comidas procesadas

Según las cifras del mismo estudio, se estima que el 67% de las calorías de los niños y niñas son de productos ultraprocesados y que solo un 23% proviene de otro tipo de alimentos.

Asimismo, explican que los alimentos ultraprocesados, que son los productos listos para consumir, tienen elevados niveles de azúcar, sal y carbohidratos añadidos, así como poca fibra, proteínas, vitaminas y minerales.