La soya es para el sushi: Tras viral, expertos afirman que no se puede degustar con los testículos
Las proteínas responsables de nuestra habilidad de saborear las comidas saladas, dulces y amargas, se encontraron al interior de las gónadas masculinas. Sin embargo, no hay ningún estudio que confirme que los machos de cualquier especie puedan identificar ningún dejo con sus partes privadas.
Martes 21 de enero de 2020 | 20:59
Los receptores de gusto, proteínas responsables de nuestra habilidad de saborear las comidas saladas, dulces y amargas, no están solamente presentes en nuestras lenguas.
Recientemente investigadores en el mundo los han estado encontrado a lo largo de todo nuestro cuerpo. Literalmente desde la boca hasta el ano.
Expertos afirman haber encontrado receptores de gusto en estómagos, intestinos, páncreas, pulmones y cerebro. Sin embargo, no sabemos la razón del por qué se encuentran ahí, o así lo afirmó a Business Insider Bedrich Mosinger, investigador del Monell Chemical Senses Center:
"La función de los receptores de gusto y otras proteínas relacionadas sigue siendo poco claro, en algunas partes parecen ser parte de la percepción química de azúcares o aminoácidos. Aún así, la razón de ser de éstos receptores ajenos a la boca es desconocida", aseguró Mosinger.
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Una investigación publicada el 2013 en la revista Proceedings Of The National Academy of Science, descubrió que las proteínas necesarias para percibir los sabores dulces y umami (el sabor del aminoácido que se encuentra en la salsa de soya) no sólo existe en los testículos, sino que también juega un rol importante en la fertilidad de los ratones.
Originalmente el estudio trató de desarrollar ratones que no tuvieran estos receptores para estudios relacionados con el gusto, pero pronto se dieron cuenta que los animales fueron incapaces de reproducirse cuando les hacían falta dichos receptores.
Los investigadores observaron que si quitabas éstos receptores de los testículos de los ratones o bloqueadas sus funciones, éstos se volvían infértiles.
Recientemente, el estudio fue popularizado y mal interpretado por un usuario de Twitter que afirmaba que, al sumergir testículos en sustancias que fueran afines a dichos receptores, el sujeto en cuestión puede sentir dichos sabores.
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"El estudio (o cualquiera que le siguiera) no ha demostrado que ningún animal pueda "sentir sabores" a través de éstos receptores, como sí lo podemos hacer desde la boca. No hay ninguna evidencia médica o científica que sustente la afirmación de que los machos (de cualquier especie) puedan probar cosas a través de sus testículos", afirmó el doctor Kieran Kennedy a Men's Health Australia.
Además, en la publicación anteriormente mencionada se asegura que éstos receptores de sabor se encuentran en los testículos y no en el escroto, tejido que cubre las gónadas, por lo que no es posible sentir sabores a través del indecoroso proceso.